Presidida por el Jefe de Estado Nana Akufo-Addo, la ceremonia se desarrolló en presencia de la familia del fallecido pero también de excompañeros, que vestían una camiseta con su imagen, y de numerosos aficionados, que desfilaron frente al ataúd envuelto en los colores de Ghana e instalado bajo una carpa blanca.
Se sucedieron varios oradores, entre ellos la viuda del jugador, Marie-Claire Rupio, que no pudo contener las lágrimas. “No te fuiste solo, una parte de mí te acompañó. Tu amor continúa guiándome. (...) Parecías inmortal. Tu sonrisa, tu amor, te veo en las sonrisas de nuestros hijos”, dijo.
Christian Atsu murió a la edad de 31 años en el poderoso terremoto que sacudió Turquía y Siria el 6 de febrero y mató a más de 50.000 personas. Llevaba jugando en el club Hatay (primera división turca) desde el pasado mes de septiembre, con sede en Antakya (sur), cerca del epicentro. Después de dos semanas de búsqueda, su cuerpo fue encontrado el 18 de febrero entre los escombros del edificio donde vivía. Será enterrado en Ada, su ciudad natal, en el sureste de Ghana.
