Los consejos financieros que dan a los ahorradores los robots conversacionales, o chatbots, “aumentan erróneamente la confianza de los usuarios”, concluye un estudio de la Autoridad de Resolución y Control Prudencial (ACPR), la policía bancaria y de seguros. "Las explicaciones proporcionadas en forma de conversación aumentan erróneamente la confianza de los usuarios en las propuestas incorrectas del robot-asesor" y pueden hacerles aceptar consejos más "inadecuados", indica en resumen este estudio transmitido este jueves a la prensa y realizado en colaboración con la escuela de ingeniería Telecom Paris.
Para las necesidades del estudio, se desarrolló un robo-asesor, denominado Robex, realizado con 256 participantes, la mayoría novatos en materia financiera, precisa el supervisor. Los robots conversacionales, basados en algoritmos e inteligencia artificial, están de moda entre las aseguradoras de vida y los banqueros para ofrecer, junto a los asesores, inversiones financieras a sus clientes.
La “motivación del asesoramiento a través de estas herramientas a veces carece de claridad o queda demasiado genérica, sin explicaciones precisas en función de las características propias del cliente”, subraya el estudio. Además, las explicaciones que da el robot “no mejoran significativamente la comprensión de la propuesta por parte de los usuarios, ni su capacidad para seguir o no los consejos dados, según sean correctos o no”.
Más vergonzoso, “las personas que han recibido un nivel de educación más bajo entienden menos una proposición incorrecta pero es más probable que la acepten de todos modos”. La normativa financiera francesa, recuerda la APCR, “exige que el asesoramiento para la elección de un contrato se justifique mostrando al cliente el vínculo entre las características de la propuesta financiera y su situación personal”. El objetivo es "proteger al cliente de las consecuencias negativas de elegir una inversión inadecuada", ya sea demasiado arriesgada o no cumpla con sus objetivos, subraya además la autoridad.
