Aún poco conocido en Europa, el campeón chino de coches eléctricos BYD arrebató sin embargo al estadounidense Tesla el título de mayor vendedor mundial de vehículos de este tipo en el cuarto trimestre de 2023, una señal del dinamismo de los fabricantes chinos en este nicho. Tesla, sin embargo, sigue siendo el mayor vendedor durante todo el año. Esta es la asombrosa historia de BYD, originalmente un simple fabricante de baterías y ahora un actor clave en el automóvil del mañana.
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BYD (acrónimo de “Build Your Dreams”) fue fundada en 1995 en Shenzhen, una metrópoli del sur de China donde muchos grupos tecnológicos (Huawei, Tencent, etc.) tienen sus sedes. La empresa, inicialmente especializada en el diseño y fabricación de baterías, se diversificó hacia los automóviles a partir de 2003. La estrecha colaboración de BYD con la ciudad de Shenzhen, donde los autobuses públicos pasaron a ser totalmente eléctricos a partir de 2017, ha sido un acelerador.
China "pensó en la electrificación del transporte público mucho antes que todos los demás países", señala a la AFP el analista Tu Le, de la empresa especializada Sino Auto Insights, con sede en Pekín. “BYD pudo aprender” de esta experiencia. La marca suministra actualmente baterías a los principales fabricantes del mundo, entre ellos Tesla, BMW, Mercedes y Audi. El año pasado, BYD también se convirtió en el primer fabricante del mundo en alcanzar el hito simbólico de 5 millones de vehículos eléctricos producidos.
China, el mayor productor mundial de gases de efecto invernadero en términos absolutos, se pasó muy pronto a la electricidad. Generosos subsidios a las compras han permitido que las ventas despeguen, mientras que muchos fabricantes locales innovadores han surgido para apoyar esta transición en el mercado automovilístico más grande del mundo. Este contexto fue más que favorable para BYD.
A finales de 2022, el Gobierno chino estimó en más de 200.000 millones de yuanes (unos 26.000 millones de euros) las subvenciones y desgravaciones fiscales sólo para la compra de vehículos eléctricos. Este apoyo ha dado a las empresas chinas una clara ventaja sobre sus competidores extranjeros. La Unión Europea, preocupada por el fuerte crecimiento de las marcas chinas en su mercado para sus fabricantes, abrió en septiembre una investigación por sospechas de competencia desleal.
BYD, ya conocida en Europa por sus autobuses eléctricos, lanzó una ofensiva para sus coches en 2022 durante el Salón del Automóvil de París. La marca dejó de producir coches de gasolina ese mismo año y ahora se centra únicamente en modelos híbridos y eléctricos. Anunció el mes pasado la construcción de su primera fábrica de automóviles europea en Europa, en Hungría.
El país está a punto de convertirse en un importante productor de baterías para vehículos eléctricos, el segundo en Europa después de Alemania, con una enorme fábrica también prevista por un grupo chino, CATL. Elon Musk, jefe de Tesla, se burló de BYD en 2011, que entonces era sólo un pequeño fabricante local y “no” realmente un competidor, según él. "¿Has visto sus coches?", se rió durante una entrevista con Bloomberg.
