Fueron necesarios casi veinte años de arduo trabajo para que este tesoro literario y científico saliera a la luz. Un equipo de archiveros logró reunir un conjunto de revistas, folletos, artículos y obras para reconstruir la biblioteca de Charles Darwin, fallecido hace 142 años.
Aunque parte de su biblioteca se conservó y catalogó en la Universidad de Cambridge y en la Universidad Down House, muchos documentos se habían perdido o disperso hasta entonces. “Hasta ahora, el 85% de su contenido era desconocido o inédito”, estiman los investigadores. Algunos documentos pertenecían a colecciones privadas y en ocasiones se vendían en subastas. Por tanto, el trabajo de investigación requirió paciencia, minuciosidad y perseverancia.
La operación, titulada “La obra completa de Charles Darwin en línea”, la lleva a cabo desde 2006 John van Wyhe, un historiador británico que trabaja en el Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional de Singapur. A partir de ahora es posible consultar online el catálogo de 300 páginas, que detalla 7.400 títulos repartidos en 13.000 volúmenes, artículos, libros, folletos y periódicos. Alrededor de 9.300 enlaces redirigen a copias de las obras disponibles gratuitamente en línea.
Esta colección está marcada por su eclecticismo. Libros de biología, geología, filosofía, psicología, historia, arte y religión se codean con contenidos más disparatados: un artículo sobre cobayas epilépticas o la anatomía de un pollo de cuatro patas, novelas e historias de viajes... Aunque la mitad de las obras son en inglés, no es raro encontrar documentos en alemán, francés, italiano, danés, holandés, sueco, español o latín.
Podemos leer en esta increíble biblioteca virtual el interés que el investigador tenía por el trabajo de sus pares, y su insaciable curiosidad. Esta bibliografía “nos permite comprender más que nunca que no era una figura aislada que trabajaba sola, sino un experto de su tiempo que se basaba en la ciencia sofisticada, los estudios y otros conocimientos de miles de personas”, explica el Dr. John van Wyhe.
Estimada en el momento de la sucesión de Charles Darwin, esta maravilla literaria y científica valía entonces 30 libras y 12 chelines, o unos 2.350 euros hoy.
