Le Figaro Burdeos
Aunque es posible navegar en su interior, desde el miércoles resulta imposible entrar o salir de la bahía de Arcachon. Una orden de la Prefectura Marítima le prohíbe proteger a navegantes y navegantes. Modificado por las recientes tormentas y el mal tiempo, el fondo marino se ha desplazado y su cartografía ya no es precisa. "No es un consejo, es una auténtica prohibición", insiste Jean-Yves Carlier en Le Figaro. El subdirector de la Dirección Departamental de Territorios y Mar (DDTM), delegada para el Mar y la Costa, precisa que su incumplimiento puede ser perseguido.
Y con razón: este invierno se ha formado un banco de arena que impide la navegación a suficiente profundidad y, por tanto, puede provocar naufragios. Su ubicación exacta aún debe ser marcada por una misión de batimetría, técnica que permite medir la profundidad del relieve bajo el mar. “Debido a las condiciones climáticas desde principios de año, varias de estas misiones han sido canceladas”, revela Jean-Yves Carlier para explicar esta falta de actualización de las marcas.
Para remediar esto está prevista una salida batimétrica para el lunes 15 de abril. Aunque “probablemente no debería ser suficiente”, la DDTM asegura que estos servicios están haciendo todo lo posible para reabrir la navegación lo más rápido posible. Mientras tanto, sólo los servicios de emergencia y los pescadores “que conocen perfectamente el banco de arena y lo han visto evolucionar” tienen autorización para abandonar la cuenca de Arcachon.