Kazajistán confirmó el sábado la muerte en Rusia de dos de sus ciudadanos en una operación antiterrorista llevada a cabo esta semana por Moscú, que afirmó haber evitado un atentado contra una sinagoga en la capital rusa.
El jueves, los servicios de seguridad rusos (FSB) afirmaron que esta operación se había llevado a cabo en la región de Kaluga, al suroeste de Moscú, y tenía como objetivo a presuntos miembros de una rama del grupo yihadista Estado Islámico (EI). Los medios rusos dijeron que dos sospechosos que recibieron disparos eran de Kazajstán, una ex república soviética en Asia Central, y habían llegado a Rusia a finales de febrero.
"Se confirma la ciudadanía kazaja y la llegada a Rusia de estas (dos) personas", afirmó el Comité de Seguridad Nacional (KNB) de Kazajstán, en un comunicado publicado el sábado, en reacción a estas informaciones periodísticas. El KNB precisa que las autoridades kazajas están llevando a cabo una investigación en “estrecho contacto” con el FSB.
El FSB afirmó el jueves haber puesto fin a las actividades de una célula del Estado Islámico-Khorasan (EI-K), una rama regional particularmente activa en Afganistán. Por su parte, la embajada estadounidense en Moscú aconsejó el jueves a sus conciudadanos en Rusia que evitaran grandes concentraciones en la capital durante las próximas 48 horas, temiendo inminentes proyectos "extremistas", a pocos días de las elecciones presidenciales en Rusia.
Las autoridades rusas ya habían anunciado el pasado domingo que habían matado a seis presuntos combatientes del grupo EI en Ingushetia (sur), en el Cáucaso ruso.
La influencia de ISIS sigue siendo limitada en el país, aunque se han producido algunos ataques en los últimos años, particularmente en las repúblicas caucásicas de mayoría musulmana de Chechenia, Ingushetia y Daguestán.
Según cifras oficiales, cerca de 4.500 rusos, especialmente del Cáucaso, lucharon junto al EI.
