El líder de los diputados republicanos exigió el domingo una “disculpa” a Joe Biden tras el asesinato de un estudiante estadounidense, por el que fue detenido un venezolano ilegal. Este asunto ha vuelto a colocar el tema de la inmigración en el centro de la campaña presidencial. El demócrata de 81 años “se menosprecia ante su base y muestra deferencia hacia un hombre que no lo merece. Este hombre es un inmigrante ilegal que mató brutalmente a Laken Riley”, escribió el domingo el presidente republicano de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, en X (Twitter).
Esta estudiante de enfermería de 22 años fue asesinada en febrero mientras hacía jogging matutino en un parque de la Universidad de Georgia (sureste). La policía arrestó a un ciudadano venezolano ilegal, acusándolo de asesinato y secuestro. Los republicanos, incluido el expresidente Donald Trump, ven esto como una consecuencia de la política migratoria de Joe Biden, considerada demasiado laxa ante las numerosas llegadas a la frontera con México.
Antes de subir al podio para su discurso sobre el Estado de la Unión el jueves ante el Congreso, Joe Biden se encontró brevemente cara a cara con una funcionaria electa trumpista de Georgia, Marjorie Taylor Greene. Le había dado al demócrata una placa con esta inscripción: "Diga su nombre: Laken Riley". El presidente, que salvo sorpresa se enfrentará a Donald Trump en las elecciones presidenciales de noviembre, blandió la insignia durante su discurso.
“A sus padres les digo: mi corazón está con ustedes”, dijo. Había mencionado, con un error de pronunciación, a “Lincoln Riley”, una joven inocente asesinada por un inmigrante ilegal, pero había prometido que, a diferencia de su rival, no “demonizaría” a los inmigrantes.
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El uso del término “ilegal”, utilizado generalmente por la derecha, había provocado protestas dentro del propio Partido Demócrata. Un demócrata electo de Texas, Joaquín Castro, por ejemplo, criticó la “retórica incendiaria y falsa” en X (Twitter). "No debería haber hablado de un inmigrante ilegal, es indocumentado", dijo Joe Biden el sábado en una entrevista con MSNBC, comentarios que reiniciaron el debate con fuerza.
Donald Trump, que estuvo en Georgia el sábado, al igual que su rival demócrata, dijo: “Biden debería disculparse por disculparse con el asesino”. “Laken Riley estaría vivo hoy si Joe Biden no hubiera dividido las fronteras de manera deliberada y tortuosa”, afirmó el magnate de 77 años, que en un discurso reciente acusó a los inmigrantes de “envenenar la sangre” del país.
El presidente “debería pedir disculpas a la familia”, añadió Mike Johnson. Los republicanos bloquean en el Congreso una amplia reforma de la política de inmigración deseada por Joe Biden y que presenta como la “más dura” en décadas. Los demócratas ven este bloqueo como una influencia de Donald Trump, que no quiere dar una victoria política a su rival demócrata en un tema tan delicado.
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El texto prevé restricciones en el sistema de tramitación de las solicitudes de asilo, un freno cuando los cruces hacia el sur superen las 5.000 personas por semana y el reclutamiento para la policía de fronteras. En diciembre se alcanzó un nivel récord de 302.000 interceptaciones en la frontera con México, cayendo en enero a 176.000, según estadísticas oficiales.
A finales de año, la policía fronteriza informó de unos 10.000 cruces cada día, una tasa incluso mayor que en meses anteriores. Joe Biden y Donald Trump visitaron cada uno la frontera de Estados Unidos con México el 29 de febrero, confirmando, si fuera necesario, el lugar central de la inmigración en la campaña.
