El Tribunal Penal de París condenó el miércoles a treinta años de prisión al ex comandante rebelde liberiano Kunti Kamara, juzgado en apelación por actos de barbarie y complicidad en crímenes contra la humanidad durante la primera guerra civil en Liberia (1989-1997). Después de tres semanas de debates, el acusado de 49 años fue declarado culpable de una serie de “actos inhumanos de tortura y barbarie” contra civiles en 1993-1994, incluida la terrible experiencia infligida a un profesor al que supuestamente le comió el corazón. el asesinato de una mujer calificada de “bruja” y las marchas forzadas impuestas a la población.
Según la decisión adoptada tras más de ocho horas de deliberación, este ex comandante del Movimiento Unido de Liberación para la Democracia (Ulimo) también fue declarado culpable de haber facilitado crímenes contra la humanidad por su indiferencia ante las repetidas violaciones cometidas contra dos adolescentes que se convirtieron en esclavas sexuales para soldados bajo su autoridad en 1994. El tribunal no atendió las exigencias del fiscal que había solicitado el lunes cadena perpetua por actos de “excepcional gravedad de los que es responsable Kunti Kamara”.
El fiscal general destacó que el acusado ejerció “un poder de mando” y que no había mostrado “ningún arrepentimiento”. Kunti Kamara fue condenado a cadena perpetua en primera instancia a finales de 2022 durante un juicio sin precedentes celebrado bajo la “jurisdicción universal” ejercida por Francia, bajo determinadas condiciones, para juzgar los delitos más graves cometidos fuera de su territorio.
