Escenas que odiamos ver. El Nápoles se prepara para recibir en unas horas al Eintracht Frankfurt para el partido de vuelta de los octavos de final de la Champions League (21.00 horas), tras imponerse por 2-0 en la ida. Minutos antes del pitido inicial, la ciudad es invadida por los "hinchas" de ambos bandos, más ocupados creando el caos que invadiendo las gradas del estadio Diego Maradona.
Varios videos difundidos por el canal de televisión italiano Sportitalia revelan imágenes de cientos de personas, a menudo encapuchadas o con máscaras, paseando por las calles de Nápoles. Sillas, mesas y cócteles molotov se lanzan por las calles de la ciudad napolitana. Según los informes, un restaurante en la ciudad fue saqueado.
Se produjeron violentos enfrentamientos entre los ultras de los dos equipos, que la policía no logró contener. Los autobuses también fueron atacados.
Cientos de ultras alemanes, encapuchados y vestidos de negro, arrojaron proyectiles y bombas de humo a los policías que respondieron con chorros de gases lacrimógenos, según imágenes difundidas por medios italianos. Un coche de policía se incendió notablemente, informa AFP.
Esta violencia, concentrada en una plaza del centro histórico de la ciudad, se produce cuando los hinchas del club alemán son privados de las entradas para este encuentro, tras un ping-pong entre las autoridades italianas y el club, en un contexto de riesgos de disturbios en el orden público. Pese a este contexto, al menos 600 simpatizantes alemanes realizaron el viaje a Nápoles sin billete, según informan los medios.
