Él permanece ilocalizable. Este lunes por la mañana, el pequeño Émile, de dos años, aún no había sido encontrado. Este niño desapareció el sábado 9 de julio al final del día mientras jugaba en el jardín de la casa de sus abuelos en Vernet (Alpes-de-Haute-Provence), un pueblo de 125 habitantes. La búsqueda se reanudó "al amanecer" con un perímetro de búsqueda ampliado, indicó también el lunes el alcalde de Vernet, François Balique, al micrófono de franceinfo.
Este domingo en rueda de prensa, el fiscal de Digne-les-Bains Rémy Avon indicó que "por el momento no se ha eludido ninguna hipótesis, ninguna se privilegia". Según él, ningún "índice" permitía entonces hablar de un secuestro, mientras que el domingo por la mañana la fiscalía de Digne-les-Bains (Alpes de Alta Provenza) abrió una investigación judicial para "buscar las causas de una desaparición preocupante".
Por lo tanto, la alerta de secuestro no se activó. De hecho, se deben cumplir cuatro criterios para que se dispare dicha alerta, detalla el Ministerio de Justicia en su sitio web. Debe tratarse de un “secuestro comprobado y no de una desaparición, incluso preocupante”, la víctima debe ser “menor de edad”, “la vida o la integridad física del niño corren peligro” y si “el fiscal cuenta con información cuya difusión permita la localización del niño y/o de su secuestrador”. Pero este lunes por la mañana, no hay evidencia de un secuestro.
Este domingo, François Balique también explicó a franceinfo que no se crea en la pista de un secuestro. “Te imaginas, estamos en Alta Provenza, un pequeño pueblo en el que hay una veintena de casas, vemos de todo. Yo lo excluyo”, afirmó, y agregó que “uno puede imaginarlo todo, pero es más que improbable”.
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La decisión de activar o no la alerta de secuestro corresponde al fiscal “en estrecha consulta con los investigadores y previa consulta con el Ministerio de Justicia”. Tenga en cuenta que el fiscal “puede decidir no activar una alerta de sustracción si considera que su difusión puede poner en peligro la vida del niño”, incluso si se cumplen los cuatro criterios.
Por el momento, se trata pues de una convocatoria de testigos que ha lanzado la fiscalía de Digne-les-Bains. Esta descripción habla de un niño de ojos “marrones”, cabello “rubio”, de 90 centímetros de estatura. Según un familiar del niño, Émile vestía una camiseta amarilla y un pantalón corto blanco al momento de su desaparición.
La línea telefónica dedicada a esta llamada de testigos recibió al menos cincuenta llamadas que estaban siendo procesadas este domingo por la noche, también indicó el prefecto de los Alpes-de-Haute-Provence Marc Chappuis.
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La investigación sobre la desaparición del pequeño Émile se confió a la sección de investigación de la gendarmería de Marsella apoyada por la brigada de investigación de la gendarmería de Digne-les-Bains.
