El turismo francés va bien. Muy bien incluso. Después de un verano dinámico, el final de la temporada se mostró radiante y “todos los indicadores están en verde”, según los primeros informes oficiales. Suficiente para anunciar, de aquí a final de año, buenas perspectivas para el sector, de cara a Todos los Santos y hasta noviembre.
"El turismo va bien", y el final de la temporada, en septiembre, "es una continuación directa de una muy buena temporada de verano", anunció el Ministro de Comercio y Turismo, durante una rueda de prensa, este miércoles por la tarde. El Mundial de Rugby, la visita del Papa Francisco y el clima casi estival han empujado a muchos visitantes a viajar a Francia. Asimismo, un tercio (el 34%) de los franceses realizó un viaje el mes pasado, una tasa muy superior a la de 2022 o el período anterior al Covid. En más de uno de cada diez casos, el viaje se planificó en el último momento, una tendencia que se ha hecho cada vez más notoria en los últimos años.
Las cifras son alentadoras. En concreto, los ingresos por turismo internacional aumentaron en 700 millones de euros en agosto pasado, en comparación con el mismo mes del año anterior. Suficiente para llevarlos a un “nivel récord de 8.100 millones de euros”, algo inaudito en un mes. En total en ocho meses, a finales de agosto, los ingresos internacionales alcanzaron los 44,3 mil millones de euros, casi cinco mil millones de euros más que en 2022, “lo que da esperanzas de un nuevo récord para este año”, según Bercy. En el lado extranjero, los viajeros estadounidenses o canadienses son más numerosos, a diferencia de los japoneses, chinos o indios. Al mismo tiempo, los alojamientos al aire libre, los hoteles y los alquileres de alojamiento también registraron buenos resultados, con tasas y volúmenes crecientes. Las metrópolis, los Alpes, las costas y el noreste registraron dinámicas alentadoras.
Estos buenos resultados se deben, en particular, a la llegada de numerosos aficionados al balón ovalado para apoyar a su equipo favorito en Francia. Este evento “impulsó la asistencia en Francia y el consumo”, subrayó Olivia Grégoire. Una dinámica visible también a escala local: Toulouse, por ejemplo, registró un mayor número de viajeros japoneses, ya que la ciudad rosa acogió partidos del equipo del país del sol naciente. En general, las llegadas de visitantes que tienen un equipo involucrado en el Mundial son un 19% superiores a las de 2022, según Atout France.
Según los representantes, estos buenos resultados deberían continuar también en los próximos dos meses, lo que conduciría a un buen resultado para el Día de Todos los Santos. El 36% de los franceses “dice que tiene intención de viajar a Francia entre octubre y noviembre”, y las previsiones de llegada de clientes internacionales, especialmente de Austria, Japón, Canadá, España o el Reino Unido, son buenas. Suficientes para conducir, una vez más, a perspectivas alentadoras para el sector. En octubre, las tasas de reserva fueron un 5% más altas en el sector hotelero que en el mismo período del año anterior. Asimismo, las tasas de ocupación hotelera deberían ser atractivas en noviembre y luego en diciembre.
Por tanto, Francia podría encaminarse hacia otro año récord, siempre que la situación actual no desestabilice a los visitantes y que las amenazas de ataques no les obliguen a cancelar sus viajes. A este respecto, el Ministro Delegado recordó la importante movilización de las fuerzas del orden y de la DGSI para proteger tanto a los franceses como a los turistas, en particular en lugares "extremadamente populares", como el Palacio de Versalles, objeto de alertas de seguridad durante los últimos días. . Por el momento, no existen cifras consolidadas que muestren el efecto de las amenazas sobre los visitantes.
Los profesionales también corren el riesgo de ser víctimas de su propia codicia, al inflar excesivamente sus precios. Pero hay que tener cuidado de no ahuyentar a los turistas, advirtió Olivia Grégoire, pidiendo "vigilancia en los próximos meses para mantener precios razonables". De lo contrario, la señal del precio bien podría tener un “efecto nocivo” en las reservas, ya que los Juegos de París 2024 se acercan rápidamente. Para combatir esta inflación, el ejecutivo está trabajando en la creación de un observatorio de precios de las plataformas de alquiler amueblado y, quizás, de la hostelería tradicional. Sobre este punto, las discusiones continúan y deberían concluir a finales de año. "De ello depende la calidad de la acogida de Francia", subrayó el ministro delegado.
