Sería una forma de celebrar su 50 aniversario de bodas. Doug y Nancy, canadienses residentes en la Isla del Príncipe Eduardo, habían pagado 10.000 dólares canadienses (6.700 euros) para quedarse en Irlanda con otra pareja de amigos. Todo va sobre ruedas hasta el mostrador de facturación de la empresa Porter. Un agente del aeropuerto de Halifax le dice al marido que su billete está a nombre de Doug Lee, mientras que su pasaporte dice Douglas Lee, informa Radio-Canada. Resultado: no está autorizado a embarcar, ya que las normas aéreas exigen que la identidad que figura en un billete de avión sea estrictamente idéntica a la de un documento oficial.
Doug y Nancy ven a sus amigos volar a Irlanda sin ellos. “Verlos irse fue realmente triste. Parecía muy injusto”, se lamenta Nancy Lee. Inmediatamente se pusieron en contacto con la aerolínea quebequense Air Transat con la que hicieron la reserva, aunque el vuelo era en código compartido con la compañía Porter. Después de cinco horas de insistencia en el teléfono, un agente de Air Transat aceptó cambiar el nombre e informó a un agente de Porter. Pero todavía no ve la corrección en el sistema informático.
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“Cuando dos aerolíneas celebran un acuerdo de código compartido, deben asegurarse de que sus sistemas informáticos se comuniquen entre sí”, afirma Gábor Lukács, presidente de Air Passenger Rights, un grupo de defensa de los pasajeros aéreos, citado por Radio-Canada. Añadió: “Si no hay dudas sobre la identidad del viajero o de que el error se cometió de buena fe, la aerolínea debe cooperar razonablemente para corregirlo”.
Air Transat, que se ha comprometido a revisar sus procedimientos de identificación de pasajeros, acordó reembolsar los billetes de avión de la pareja por un importe total de 2.200 dólares. Por otra parte, la pareja perdió los 8.000 dólares que habían pagado a su operador turístico en Irlanda por gastos de alojamiento o actividades en particular. La pareja de jubilados sigue exigiendo a la empresa el reembolso íntegro de los gastos incurridos.
La posibilidad de cambiar el nombre o apellido que aparece en un billete de avión depende de la aerolínea. Air France y easyJet, por ejemplo, permiten la corrección gratuita de menos de tres letras. Más allá de eso, las empresas lo consideran un cambio de identidad. Generalmente se concede tolerancia en casos específicos, como la inversión entre nombre y apellido o el cambio de nombre tras el matrimonio. Pero para no fomentar la reventa de billetes, algunas compañías cobran un precio elevado por la más mínima modificación si no se comunica dentro de las 24 o 48 horas siguientes a la compra. Así, en Ryanair, los costes de corrección ascienden a entre 115 y 160 euros... lo que a menudo es mucho más que la compra de un nuevo billete.
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