En Formentera está el cielo (azul), el sol (omnipresente) y el mar (turquesa resaltado por las playas de arena blanca). Pero no solamente ! Si nadar en aguas cristalinas ha hecho famosa a la isla balear, ofrece otras actividades mucho más confidenciales para realizar en todas las estaciones.
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Aunque Formentera es la más pequeña de las Islas Baleares, con sólo 80 kilómetros cuadrados, se beneficia de una de las redes de vías verdes más interesantes de toda España.
Inauguradas en 2016, las 32 rutas y senderos señalizados suman 100 kilómetros de longitud con varios niveles de dificultad. En la oficina de turismo de Sant Fransesc encontrarás un mapa con todos estos circuitos que te ayudarán a descubrir las diferentes caras de la isla, desde playas hasta pinares, pasando por antiguos molinos, viñedos o pueblos. Sin embargo, recomendamos la ruta 8 que une Sant Fransesc con Cap de Barbaria, por el sur. En un día despejado se pueden observar las montañas de la Península Ibérica.
Fue en el siglo XVI cuando aparecieron en la isla los molinos harineros. Se construyeron siete en total. Hoy en día sólo quedan seis, cinco de las cuales siguen en pie.
El más conocido es el Molí Vell de la Mola. Aunque construido en 1778, siguió funcionando hasta la década de 1960. Es el único que se puede visitar desde el interior. Los mecanismos y engranajes son de la época y permiten comprender las tradiciones y el saber hacer ancestral.
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Formentera está situada entre Europa y África, en la ruta de las aves migratorias que nunca dejan de detenerse allí. Gran parte de la isla está clasificada como zona de protección de aves y cuenta con más de 200 especies observables durante todo el año. Los islotes, estanques, los Acantilados de la Mola y las llanuras del Cap de Berberia son lugares predilectos para la observación de aves.
La oficina de turismo ofrece un catálogo completo, con todos los puntos de observación detallados. Esta guía está destinada tanto a ornitólogos expertos como a simples observadores.
Formentera ofrece un paisaje salvaje, ideal para montar a caballo entre bosques de pinos y sabinas. ¿Qué circuitos favorecer? Citemos el paisaje lunar en la zona rocosa de Can Marroig, pero también el Estany des Peix y su paleta de colores cromáticos. Todas las rutas comienzan en el centro ecuestre de Es Boixets, que se encuentra a medio camino entre La Savina y Sant Fransec. Dos excursiones a elegir, una corta y otra más larga para jinetes experimentados.
Desde 70€ por trayecto. https://rutasesboixets.com/
La reserva marina de Es Freus, creada en 1999, protege de toda pesca una superficie de 13.617 ha de aguas poco profundas. Disfrutamos de una visibilidad excepcional para toparnos con numerosas especies marinas e inmensas praderas de posidonia que dan este color tan particular a las aguas de Formentera.
Accesible para principiantes, el sitio de buceo El Arco alberga la mayor cantidad de fauna marina: pulpos, meros, anémonas y arcos de roca. Para los expertos, el sitio de Punta Prima merece el desvío. Una inmersión de 28 metros de profundidad con grietas, laberintos y un túnel que los buzos pueden atravesar donde se esconden caballitos de mar y morenas. Para los amantes del snorkel, Ses Illetes, en el norte de la isla, es un lugar conocido por su arena blanca y aguas cristalinas. Allí se pueden observar estrellas de mar, langostas y corales.
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El clima muy seco de Formentera no parece propicio para el cultivo de la vid y, sin embargo, la isla alberga 120 hectáreas de viñedos. Además, los monjes del convento agustino de Santa María de la Mola ya elaboraban vino en el siglo XIII. Hoy en día, la producción ecológica, recolectada íntegramente a mano, se ha ganado su reputación. En la costa oeste, el viñedo Cap de Barbaria reúne cuatro variedades de uva ricas en taninos. Estos viñedos también se pueden visitar.
24€ por visita y degustación con reserva: terramoll.es
