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Nuestra reseña de Un tren a Milán: embarque inmediato

Condenado a cadena perpetua, con los ojos fijos en la fotografía de su hijo Paolo, el hombre le cuenta de dónde viene.

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Nuestra reseña de Un tren a Milán: embarque inmediato

Condenado a cadena perpetua, con los ojos fijos en la fotografía de su hijo Paolo, el hombre le cuenta de dónde viene. Su nombre es Marcello Saraccino. A los 18 años, acompañado de su mejor amigo, dejó su Calabria natal rumbo a Milán con la esperanza de encontrar trabajo y escapar de la pobreza.

Sólo tiene una hora libre. Posteriormente, según una tradición establecida por el director del establecimiento, será presentado ante la multitud y defenderá su caso en un intento de ser liberado. El objetivo se conseguirá si ella lo aplaude. De lo contrario, permanecerá encerrado. En “doce años, cinco meses y tres días”, ningún detenido ha podido salir.

Autor junto con Christophe Gand, François Feroleto interpreta y dirige este espectáculo personal que ha desarrollado a partir de la historia de vida de su padre, un italiano del sur, y de textos de Dino Buzzati. Bien medida, la mezcla se desarrolla en el pequeño escenario del Théâtre de la Huchette.

Ojos oscuros, rostro expresivo, cabello despeinado, camisa y pantalones sueltos, el actor devuelve la vida a una existencia maltratada. Marcello sufrió la ausencia de su padre, un renombrado director de orquesta que interpretó a Brahms. Cuando llega a Milán, se enfrenta al rechazo de los lugareños hacia los emigrantes y conoce a un hombre extraño.

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“Su deseo de triunfar habrá sido demasiado grande y se quemará en un fuego que creía dominar pero que le supera”, explica François Feroleto. Y cuando el desarraigado regresa a casa y encuentra a su madre y a su hermana, siente que “ya no es realmente de aquí ni realmente de allá”. “Demasiado tarde”, repite la inconfundible voz de Michel Bouquet en fuera de campo. Desaparecido en 2022, el actor cuenta una historia espeluznante de Dino Buzatti. François Feroleto lo venera: protagonizó junto a él À torts et à raison, de Ronald Harwood.

La frontera entre lo real y lo irreal se vuelve borrosa, la obra se convierte en un cuento. Atormentado por el destino de su padre, François Feroleto interpreta su personaje con una fe que grita la verdad. Las canciones de Adriano Celentano y Paolo Conte acentúan la impresión de seguirlo a un mundo lejano. El actor espera atraer al teatro a aquellos que nunca han estado allí, y con este one-up debería conseguir cumplir su deseo. Él mismo, a los 19 años, decidió ser actor tras descubrir “Cartas a un joven poeta” de Rainer Maria Rilke.

Un tren a Milán, en el Théâtre de la Huchette (París 5), hasta el 2 de diciembre. Loc. : 01 43 26 38 99.

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