A pesar de la fuerte movilización de las fuerzas del orden con motivo de los Juegos Olímpicos, los festivales de música actuales más importantes se celebrarán el próximo verano en Francia, pero persisten incertidumbres para los eventos más pequeños, especialmente en provincias.
Ya en octubre de 2022, el Ministro del Interior, Gérald Darmanin, había despertado la incomprensión del sector al evocar la necesidad de “cancelar o posponer” eventos culturales en el verano de 2024, para garantizar la seguridad de los Juegos Olímpicos ( del 26 de julio al 11 de agosto), pero también el del paso de la llama olímpica (del 8 de mayo) y de los Juegos Paralímpicos (del 28 de agosto al 8 de septiembre).
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Desde finales de 2022, se ha definido un marco y se han protegido los grandes festivales, como los Vieilles Charrues o el Rock en Seine. Excepto Lollapalooza París, que chocará con la ceremonia inaugural. "Estamos tratando de encontrar soluciones para una edición diferente", resume a la AFP Angelo Gopee, director de Live Nation Francia, la estructura detrás de este evento.
Las grandes salas de conciertos - Stade de France, Paris La Défense Arena y Accor Arena (Bercy) - son requisadas para los Juegos Olímpicos. “Las fechas no se pueden cambiar, las giras internacionales no pasarán por Francia en 2024. Algunos artistas que tenían previstas fechas en Francia finalmente pospusieron su llegada porque el resto de la gira está ligado al paso por París”, explica a la AFP Malika Ségineau de Prodiss (Unión Nacional de Espectáculos Musicales y de Variedades). Este sindicato estima en 150 millones de euros la pérdida de ingresos por entradas para los productores de espectáculos.
Malika Séguineau también prevé “tensiones en materia de equipamiento y de mano de obra, cuyo coste se disparará con la competencia de los Juegos Olímpicos. Sin olvidar las marcas, que suelen apoyar determinados festivales, que favorecerán los Juegos Olímpicos. La ceremonia inaugural de los Juegos, con el Sena como telón de fondo, también plantea interrogantes. Petit Bain, una sala de conciertos parisina situada sobre una barcaza, se encuentra “dentro del perímetro de la ceremonia de inauguración”, describe a la AFP su director, Laurent Decès. “Ocho a diez días antes de la ceremonia, habrá una fase de desalojamiento de los establecimientos flotantes y, una vez desalojados, serán precintados. Ya no podremos acceder a él. (...) También tenemos una terraza temporal en los muelles, donde podemos hacer un poco de programación y no sabemos si podremos contar con ello o ser compensados”, añade. En el peor de los casos, Laurent Decès calcula la pérdida de facturación en “casi 300.000-400.000 euros”.
También líder del SMA (Sindicato de Música Actual), tiene otros motivos de preocupación: “¿Se saturará el transporte durante los Juegos Olímpicos? ¿Asustarán los Juegos Olímpicos a los parisinos? ¿Abandonarán la capital? "No necesitábamos eso en el contexto actual, con inflación", dice.
Más allá de la capital, también están "todos los eventos, fiestas de los pueblos, estaciones balnearias que tienen lugar en verano, que son un motor financiero, un vínculo social, un proveedor de empleo cultural y que están en auge", advierte AFP Samuel Raymond, de Freeform, una asociación miembro de un colectivo que defiende las fiestas populares y culturales en Francia, ha dado un paso al frente. Este colectivo denuncia “un aumento de las prohibiciones, por parte de determinados prefectos, de eventos festivos y culturales programados entre junio y septiembre de 2024”, que abarcan, además de la música, las artes de calle o de feria, por ejemplo en Ain, el Gard o el Mosela. . “Estos pequeños acontecimientos pasarán desapercibidos para los medios de comunicación”, advierte a la AFP Arnaud Thenoz, vicepresidente de la Federación Nacional de Comités y Organizadores de Fiestas, es decir, 3.200 comités miembros. “Los gobiernos no han tenido en cuenta el impacto económico y social de estas cancelaciones, es comparable al verano de 2020 debido al Covid. Los artistas, las estructuras profesionales y las asociaciones colapsarán”, vaticina este directivo.
