Desde finales de los años 1980, Jean-Michel Othoniel ha privilegiado materiales con propiedades poéticas y sensibles, como el azufre y la cera, pero también el vidrio, que se convirtió en su firma en 1993. Colaborando con los maestros vidrieros de Venecia, desde Monterrey hasta México, de Sapporo en Japón, de Firozabad en India, explora con ellos tanto la delicadeza de las formas como la combinación de colores. Cada una de sus obras participa así de su vasto proyecto: poetizar y reencantar el mundo. El que se incorporó a la Academia de Bellas Artes en la sección de escultura en 2018 multiplica las instalaciones con dimensiones arquitectónicas. Aquí crea una escultura en miniatura, como eco de sus obras monumentales.
» Descubre la totalidad de F, El Arte de Vivir
¿Cuál fue tu inspiración para esta botella?
La mayoría de mis esculturas se basan en la observación de las flores, y aquí también me inspiré en la arquitectura de la rosa, muy presente en J'adore, pero también en mi obra. Encuentro que en las flores y en la naturaleza hay un verdadero apoyo a la imaginación, pero sobre todo a la idea de una realidad maravillosa. Como vivimos en un mundo cada vez más desconectado de la realidad, creo que una obra de arte puede animarnos a mirar y percibir la realidad de otra manera.
Eres un artista monumental, ¿cuáles fueron las limitaciones técnicas de este cambio de escala?
Esta es la primera vez que creo una obra tan pequeña y quería ofrecer más que un objeto simple y hermoso: una verdadera escultura en miniatura que tuviera su propia poesía. A veces utilizo un casco de realidad virtual para comprender mejor mis instalaciones en el espacio. Allí fue la impresora 3D la que me permitió modelar mi dibujo, hacer un primer modelo. Entonces puedo girarme, corregir una curva y un movimiento, modificar la arquitectura y la posición de un pétalo para que la botella se detenga, como una gota, en el corazón de la flor.
Leer tambiénPerfume: Dior da el paso
Si bien eres un habitual de los museos y de los espacios al aire libre, con este proyecto llevas tu trabajo a lo íntimo y cotidiano...
Como artista, siempre es interesante llegar a otro público. Esto también recupera la dimensión de escuchar y apoyar a los artistas contemporáneos por parte de la casa Dior y del grupo LVMH en su conjunto. Sobre todo porque hoy en día, quienes compran ropa muy bonita y perfumes excepcionales suelen ser coleccionistas, lo que no era el caso hace unos años, cuando el arte y la moda eran todavía dos universos muy distintos.
