Los miembros de una banda de rock ruso-bielorrusa crítica con Moscú están detenidos en Tailandia, donde estaban dando conciertos, con el riesgo de ser deportados a Rusia, donde podrían “ser arrestados o algo peor”, según un grupo de defensa de los derechos humanos.
"Cuatro o cinco personas" del grupo Bi-2 se encuentran en un centro de detención de la capital, Bangkok, indicó el miércoles a la AFP una fuente policial. La banda anunció el miércoles en Telegram que el cantante Egor Botnik había volado a Israel, pero que "los otros miembros de la banda todavía estaban en una prisión de inmigración en una celda estrecha para 80 personas". Su detención se produjo la semana pasada en Phuket (sur), donde el grupo ofrecía un concierto en el marco de una gira internacional.
"Siete u ocho" personas fueron detenidas por un problema con el visado de trabajo, explicaron las autoridades tailandesas, que confirmaron la posibilidad de que fueran deportadas. El grupo Bi-2, famoso en Rusia, se ha pronunciado contra la guerra en Ucrania y contra el presidente ruso Vladimir Putin, lo que ha dado lugar a acusaciones de apoyo al terrorismo por parte del Kremlin.
El grupo de habla rusa incluye siete miembros, algunos de los cuales tienen ciudadanía israelí y australiana además de la ciudadanía rusa, dijo Human Rights Watch. "Bajo ninguna circunstancia deben ser deportados a Rusia, donde corren el riesgo de ser arrestados o algo peor por sus virulentas críticas", afirmó Elaine Pearson, directora para Asia de la ONG de derechos humanos, en un comunicado difundido el martes.
Moscú lleva años reprimiendo las voces críticas, pero la campaña de represión adquirió proporciones considerables con el lanzamiento de la ofensiva contra Ucrania. “Ahora está claro que Rusia está detrás de esta operación para deportar al grupo. Pido al gobierno tailandés y a las naciones democráticas que encuentren una solución para garantizar la libertad de estos valientes músicos”, reaccionó la opositora bielorrusa en el exilio Svetlana Tikhanovskaïa, en X (ex-Twitter).
El organizador de los conciertos en Tailandia, VPI Event, aseguró que el grupo había obtenido los permisos necesarios, pero que las autoridades habían emitido visas de turista por error. Desde diciembre, el consulado ruso ha intentado cancelar las fechas previstas, prosiguió el promotor en un mensaje en Facebook publicado durante la noche del martes al miércoles. "Estamos haciendo todo lo posible para liberar a los artistas, pero enfrentamos presiones sin precedentes en todos los niveles", dijo VPI Event. Muchos rusos se han establecido en la isla turística de Phuket, mientras Tailandia busca fortalecer sus relaciones con Moscú.
