Se trata de un asunto extraordinario que la Unidad Nacional Cibernética (UNC) de la gendarmería ha sacado a la luz. Diez personas sospechosas de haber suministrado una red de pornografía infantil en línea fueron arrestadas en toda Francia y presentadas ante un juez, anunció la fiscalía de París el viernes 8 de febrero en un comunicado de prensa. Los acusados serán juzgados por “difusión y posesión en grupo organizado de imágenes pornográficas de menores”, dos de ellos también comparecerán por haber administrado el grupo de comunicación Telegram.
Los investigadores descubrieron en este canal al menos 15.000 imágenes ilícitas: fotografías y "sextapes" (vídeos de naturaleza sexual). Fue una información, obtenida en marzo de 2023 en el marco de otras investigaciones, la que lanzó a la UNC tras la pista de esta red, movilizando a 160 gendarmes durante casi un año, entre ellos 80 ciberinvestigadores. La red mostró imágenes de menores desnudos en un grupo de Telegram y luego monetizó más contenido ilícito en conversaciones privadas con compradores. "El beneficio derivado del tráfico se estima en más de 50.000 euros, parte de los cuales podrían haberse incautado en criptomonedas", subraya la fiscalía de París.
“Los sospechosos, que son muy jóvenes, habían creado una organización innovadora, muy estructurada y exitosa, mientras que la mayoría de las asociaciones criminales suelen ser esporádicas y únicas. Si no hubiéramos intervenido, el fenómeno podría haber adquirido dimensiones mucho mayores”, describe el capitán Julien Caumond, jefe del departamento de lesiones personales de la UNC, en Le Figaro. Si bien los principales sospechosos de la red están ahora a la espera de juicio, los investigadores todavía están intentando identificar a las víctimas que aparecen en las imágenes de pornografía infantil utilizando, en particular, la base de datos del centro nacional de análisis de imágenes de pornografía infantil.
Para el capitán Caumond, esta operación es una oportunidad para recordar que “la difusión de imágenes de pornografía infantil puede derribar a quienes tienen dudas sobre su atracción por niños o adolescentes. La obtención de estas fotos y vídeos puede desencadenar en ellos un detonante que les haga no conformarse con una experiencia virtual”, advierte. El gendarme también subraya los riesgos que supone, sobre todo para los menores, exponerse a Internet. "Si se envía un selfie desnudo, incluso a una persona de confianza, estamos expuestos al riesgo de "pornografía de venganza", pero también al atractivo del beneficio que puede empujar a algunas personas a revender este contenido".
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