Un vuelo que se convierte en una pesadilla. Este jueves 8 de febrero, un sexagenario alemán murió en condiciones cuanto menos misteriosas en pleno vuelo entre Bangkok y Munich, en un Airbus A380 de Lufthansa, informó el medio suizo Blick.
Según dos pasajeros sentados en la última fila, el hombre de 63 años ya sentía dolores antes de que despegara el avión. Mencionan en particular “sudores fríos” y una “respiración muy rápida”. Preocupado, uno de los dos pasajeros decidió avisar al capitán, quien, tras intentar hablar con el sexagenario, preguntó por el altavoz si había un “médico” a bordo. Un polaco de treinta años se levantó y, tras consultar al paciente, decidió que estaba en condiciones de viajar.
“Luego le dieron un poco de té de manzanilla, pero ya escupía sangre en la bolsa que le entregó su esposa”, cuenta todavía el testigo. Y una vez que el avión despegó, el estado del hombre siguió deteriorándose... Hasta que un chorro de sangre salió de su boca y nariz. “Fue un horror absoluto, todo el mundo gritaba”, afirma el testigo que explica con horror que las paredes del avión estaban salpicadas de sangre.
Las azafatas comenzaron inmediatamente a reanimarlo, pero fue en vano. “A bordo reinaba un silencio absoluto”, recuerda el pasajero que presenció la escena. Después de declarar muerto al hombre de 63 años, los agentes llevaron el cuerpo a la cocina mientras el avión regresaba a Tailandia.
