Varias decenas de personas, que se manifestaban el miércoles contra el secuestro y desaparición en 2014 de 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, derribaron una de las puertas del palacio presidencial en Ciudad de México, según imágenes del canal Milenio. En estas imágenes vemos a los manifestantes utilizar una furgoneta para derribar la puerta antes de que algunos de ellos, con el rostro enmascarado, entren al palacio. El presidente Andrés Manuel López Obrador denunció una “provocación”, mientras el pasado viernes iniciaba en México la campaña electoral para designar a su sucesor el próximo 2 de junio.
“Es un movimiento en nuestra contra”, dijo durante su habitual conferencia de prensa, cuando los periodistas le preguntaron sobre lo que sucedía afuera del palacio nacional. “Les gustaría que respondiéramos violentamente. No lo vamos a hacer porque no somos opresores”, continuó. “Repararemos la puerta y no hay problema”, aseguró.
La candidata del partido gobernante, Claudia Sheinbaum, es la gran favorita en las elecciones presidenciales, impulsada por la popularidad del presidente saliente, que no puede volver a presentarse tras un mandato único de seis años según la Constitución.
Los manifestantes ya habían intentado atacar las puertas del Palacio Nacional, sede de la presidencia desde 2018. Es la primera vez en años que logran su objetivo. Familiares de los 43 desaparecidos, acompañados de sus abogados, activistas y estudiantes, se manifiestan periódicamente en el centro de Ciudad de México, sobre todo cuando se acerca el aniversario de la tragedia. Un campamento en su memoria está instalado en la arteria principal del centro de la capital, frente al palacio nacional.
El presidente aseguró que los manifestantes serían escuchados por un miembro del Ministerio del Interior. Consideró que los abogados y activistas que acompañaron a los padres estaban motivados por “objetivos políticos”. Los estudiantes de Ayotzinapa desaparecieron la noche del 27 de septiembre de 2014 tras dirigirse a Iguala, en el sureño estado de Guerrero, donde se disponían a abordar varios autobuses para dirigirse a la capital de México y participar en una manifestación.
Según versiones oficiales, fueron secuestrados por policías, en connivencia con delincuentes, y entregados al cártel Guerreros Unidos que presuntamente los asesinó. El asunto había traumatizado al país. El presidente López Obrador se ha comprometido a revisar exhaustivamente las investigaciones y encontrar a los jóvenes desaparecidos.
