Después de su pelea inconclusa del sábado en el Accor Arena de París, Cédric Doumbé y Baysangour “Baki” Chamsoudinov hablaron inmediatamente de una revancha, y los dos luchadores dijeron “para seguir con hambre”.
El sábado, la esperada pelea entre los dos rivales terminó en cola de pez: el árbitro decidió detener las hostilidades al inicio del tercer asalto, después de que Doumbé se quejara de un trozo de vidrio o una astilla en el dedo del pie. El árbitro dio entonces la victoria a Baki, provocando asombro y silbidos entre los 15.000 espectadores presentes en Bercy.
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“Como en realidad no hubo una pelea, es frustrante. Seguimos hambrientos. Obviamente todos queremos ver una pelea. (Una revancha), es la continuación lógica”, declaró Cédric Doumbé, quien dijo estar “disgustado” por el resultado del combate.
A pesar de la victoria, Baki también expresó su frustración y aceptó la propuesta, con la condición de que el PFL "consiguiera las entradas". “No vengo a este deporte por el dinero, vengo por lo mejor de lo mejor, para llegar lo más lejos posible en mi carrera. Pero si hay una forma de recoger billetes en el camino, la aceptaré. Si podemos tener una revancha que me dé un billete grande, tendremos que negociar directamente con el PFL”, declaró.
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El director de operaciones de la PFL, Dan Hardy, también se pronunció a favor de una revancha. "Siento que esta pelea debe resolverse", dijo.
