Los huesos humanos descubiertos el domingo 31 de diciembre en un cobertizo de jardín en Limoges (Alto Vienne) son los de un hombre decapitado cuya identidad "sigue siendo desconocida", supo el jueves la fiscalía. Se encontraron marcas de sierra en los huesos durante una autopsia que reveló que pertenecían a un hombre, "al que le falta la cabeza", indicó el fiscal de Limoges, Baptiste Porcher.
Fue al notar “un olor nauseabundo” que la dueña de una casa en el norte de la ciudad decidió inspeccionar el cobertizo de su jardín el 31 de diciembre. Al abrir "cajas", descubrió horrorizada restos humanos con "todavía carne", antes de llamar a la policía, según el magistrado.
Interrogada como testigo, esta madre dijo a la policía que había visto a su exmarido, del que está separada desde hace mucho tiempo, colocar bolsas en este cobertizo, en abril de 2022, ayudada por su hermano. Los dos hombres fueron detenidos el martes, en estado de ebriedad, y puestos bajo custodia policial en el marco de una investigación por asesinato y ocultación de un cadáver.
Tienen entre 46 y 54 años y “tienen pocos antecedentes por actos de violencia e infracciones de tráfico”, subraya Baptiste Porcher. Los dos hombres, que niegan los hechos, fueron remitidos el miércoles por la noche a la fiscalía para que se abriera una investigación judicial. Se realizaron análisis científicos y antropológicos para identificar a la víctima, que “sigue siendo desconocida”, añade el fiscal, asegurando “que no se favorece ninguna pista”.
