La sonda japonesa SLIM, situada en la Luna desde enero, volvió a ser puesta a dormir el domingo, después de haber sobrevivido a su segunda noche lunar, un período marcado por temperaturas bajo cero y que dura dos semanas terrestres. La agencia espacial japonesa (Jaxa) anunció el jueves pasado el despertar de esta máquina, que luego pudo transmitir nuevas imágenes.
Aunque su vida útil ha superado con creces las expectativas (el Jaxa no lo había diseñado para resistir la terrible y larga noche lunar, donde las temperaturas bajan a -130°C), SLIM empieza a mostrar cada vez más signos de fatiga. “Comprobamos su estado encendiendo y apagando sucesivamente algunos de sus dispositivos”, explicó Jaxa en su cuenta X el lunes.
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La cámara multiespectral del módulo, esencial para sus análisis de rocas, podría, por ejemplo, activarse, "pero existen ciertas averías", según la agencia. Desde su alunizaje el 20 de enero, SLIM (Smart Lander for Investigating Moon) ha alternado fases de actividad y descanso forzado. El éxito de esta misión convirtió a Japón en el quinto país en aterrizar con éxito en el satélite natural de la Tierra después de Estados Unidos, la URSS, China y la India.
