Al menos 157 familias iraquíes, o 625 personas, fueron repatriadas del campo sirio de Al-Hol, que alberga en particular a familiares de yihadistas del grupo Estado Islámico (EI), anunciaron el domingo las autoridades iraquíes. En el último esfuerzo de repatriación, “157 familias, o 625 personas”, regresaron a Irak el sábado desde Al-Hol, dijo a la AFP Ali Abbas, portavoz del Ministerio iraquí de Migración y Personas Desplazadas.
Más de 43.000 personas viven en el ruinoso y superpoblado campo de Al-Hol, bajo administración kurda. Entre ellos se incluyen sirios desplazados, refugiados iraquíes y miles de extranjeros de al menos 45 países, incluidas familias de yihadistas del EI. El regreso a Irak de familiares de yihadistas sigue suscitando polémica entre una parte de la población que fue martirizada durante tres años por los abusos del ISIS, una organización ultrarradical que ocupó hasta un tercio del territorio iraquí entre 2014 y hasta 2017.
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Para moderar la hostilidad que puede esperar a estas familias que regresan de Siria, primero son alojadas en Al-Jadaa, al sur de Mosul, donde deberán seguir, según los funcionarios, una "rehabilitación psicológica" destinada a garantizar que no representan ningún peligro, aparte de de los controles de seguridad. El asesor de seguridad nacional iraquí, Qassem Al-Araji, dijo el 2 de marzo que más de 1.920 familias iraquíes habían sido trasladadas a Al-Jadaa. De este total, 1.230 familias fueron autorizadas a regresar a sus hogares, dijo.
A pesar de los repetidos llamamientos de la administración kurda, la mayoría de los países occidentales se niegan a repatriar a sus ciudadanos de estos campos por temor a posibles actos terroristas en su territorio. Irak es uno de los pocos países que repatria con regularidad a sus ciudadanos de Al-Hol, un compromiso bien recibido tanto por la ONU como por Estados Unidos.
