Gran Bretaña tiene su nuevo favorito. Tras el huracán Luke Littler, un fenómeno de 16 años que llegó a la final del Mundial de Dardos en diciembre, otro adolescente británico ha provocado la admiración de todo un país. Rory Bidwell, de 12 años, logró la hazaña de obtener la puntuación máxima de 162 en el test Cattell III-B IQ, un test para medir el cociente intelectual.
Según el North Devon Gazette, el joven obtuvo una puntuación excepcional al final de la prueba de dos horas: 162. En comparación, Albert Einstein había alcanzado un total de 160, al igual que Stephen Hawking. El coeficiente intelectual promedio de un individuo es de alrededor de 100. Lo que es aún más impresionante es que, según sus padres, habría pasado estas pruebas sin la más mínima preparación.
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Originario del condado de Devon, en el suroeste de Inglaterra, el pequeño prodigio ha demostrado habilidades extraordinarias desde sus primeros pasos. A la edad de dos años, ya había completado un rompecabezas de 100 piezas. Durante el confinamiento por el Covid-19 en 2020, devoró los siete libros de la saga de Harry Potter. El colegial, alumno de Great Torrington School, es brillante en las clases de inglés y matemáticas, pero también es un joven deportista en ciernes: en la escuela juega fútbol, cross-country y rugby, además de nadar en un club.
El joven adolescente fue lógicamente ingresado en Mensa, la asociación que agrupa a personas con una puntuación superior al 98% de la población. Rory, sin embargo, no es el primer miembro de la asociación. En marzo de 2021, una niña de 2 años se convirtió en la integrante más joven de la historia de Mensa gracias a su cociente intelectual estimado en 146. La joven prodigio ya había aprendido el alfabeto, los números, los colores y las formas con tan solo 18 meses.
