La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, insistió el viernes en que Donald Trump es el "arquitecto" de la decadencia del derecho al aborto en Estados Unidos, durante un viaje a Arizona donde los tribunales validaron una prohibición casi total del aborto. A pocos meses de las elecciones presidenciales de noviembre, este tema se perfila como un tema importante en la campaña de este estado clave, donde Joe Biden venció a Donald Trump por sólo 10.000 votos en 2020.
El martes, la Corte Suprema de Arizona dictaminó que una ley de 1864 prohíbe el aborto en el momento de la concepción, excepto en los casos en que la madre esté en peligro de muerte. La violación y el incesto no se consideran excepciones válidas. Este texto que data de la Guerra Civil, y cuya aplicación real sigue siendo muy incierta, provoca una gran polémica, que avergüenza incluso en las filas republicanas.
Los demócratas quieren aprovechar este nuevo acontecimiento para debilitar a Donald Trump. Si la protección constitucional del derecho al aborto fue anulada en 2022 por la Corte Suprema de Estados Unidos es gracias a los jueces conservadores que nombró allí cuando era presidente. “Todos debemos entender quién tiene la culpa”, se espera que aborde la Sra. Harris durante su viaje a Tucson, según un discurso obtenido de antemano por Politico. “Donald Trump es el arquitecto de esta crisis sanitaria. Y no es un hecho que esconde. De hecho, se jacta de ello”.
Tras la decisión de Arizona, los demócratas están preparando una vasta campaña publicitaria valorada en al menos un millón de dólares para presentar a Joe Biden como un candidato capaz de restablecer el derecho nacional al aborto. En los últimos dos años, una veintena de estados americanos han prohibido o restringido severamente el acceso al aborto. Pero esta victoria ideológica se convirtió en una carga electoral para los republicanos. Las encuestas muestran que la mayoría de los estadounidenses apoyan el aborto, lo que debilita al partido conservador en las urnas.
Incluso los votantes de Kansas, un estado anclado a la derecha, apoyaron recientemente el derecho al aborto en un referéndum. Consciente del riesgo político, Donald Trump ahora actúa con moderación. En particular, estimó esta semana que la decisión judicial en Arizona fue “demasiado lejos”.
El lunes adoptó una línea que probablemente atraerá a los centristas. En lugar de apoyar una prohibición nacional del aborto a las 15 semanas, como había considerado en marzo, dijo que quería dar a los estados americanos mano libre para legislar sobre el aborto. “Si Donald Trump tiene la oportunidad, firmará una prohibición nacional del aborto”, debe replicar la Sra. Harris en Tucson. “Basta con mirar su historial. El Congreso intentó previamente aprobar una prohibición nacional del aborto en 2017, y el entonces presidente Trump la aprobó”.
