Bobi, que en febrero fue nombrado el perro más viejo del mundo por el Guinness World Records, murió a la edad de 31 años, informaron el lunes 23 de octubre medios portugueses, citando a su dueño, que vive en un pequeño pueblo en el centro de Portugal. “Tenemos gratos recuerdos de una larga vida donde fue feliz y, sobre todo, donde hizo felices a muchas personas, especialmente a su familia”, dijo Leonel Costa a medios locales.
Bobi, que vivía en Conqueiros, un pequeño pueblo cerca de Leiria, "murió a la edad de 31 años y 165 días", dijo Guinness World Records. La tranquila vida de Bobi había dado un vuelco desde el anuncio del 1 de febrero por parte de Guinness, que enumera récords mundiales.
Tenía 30 años y 266 días cuando se aprobó su longevidad, convirtiéndose en el perro más viejo de todos los tiempos. En los días siguientes recibió una serie de visitas de curiosos y medios de comunicación de todo el mundo. Este Rafeiro, una raza de perro que normalmente tiene una esperanza de vida media de entre 12 y 14 años, que recuerda a la Guinness, vivía rodeado de gatos en una casa de este pequeño pueblo del centro del país.
