En una entrevista con el podcast "En Terrain Conquis", Émile Ntamack explicó que ya no desea entrenar a un alto nivel para poder seguir y acompañar a sus dos hijos, Romain y Théo. “Sé que todo pasa rápido y aunque sean jóvenes, una carrera dura 10-15 años y pasa muy rápido. No me necesitan demasiado hoy pero siento que todavía quieren tener la mirada de papá, dice. Y por eso, no puedo estar al otro lado del mundo porque viajar con mi equipo, no saber cuál fue el marcador de su partido y tener que preguntarles por teléfono cómo les fue. Me gusta estar presente, tener este vínculo con ellos me llena y no quiero sacrificar eso.
Actualmente responsable de la formación de educadores en el Stade Toulousain, el ex extremo internacional -que ganó seis escudos del Brennus y tres copas de Europa- fue notablemente segundo entrenador del XV de Francia, junto a Marc Lievremont, antes de ocupar las tres cuartas partes de la Unión Bordeaux-Bègles. .
Explica que "no echa de menos el alto nivel": "Lo viví, me gustó pero seguí adelante. Por supuesto que extraño estar en el campo y transmitir un poco, pero también conozco todas las limitaciones que hay detrás, en términos de inversión, viajes, etc. He existido como jugador y entrenador y hoy tengo la suerte de poder dedicarme a lo que más disfruto, que es poder ver a mis hijos, asistir a sus partidos y entrenamientos y verlos prosperar".