La hermosa historia del día. Harry Garside, un niño pequeño de ocho años y seguidor del Everton desde hace "ocho años", según explica con una gran sonrisa, pudo compartir entrenamiento con sus ídolos.
Harry no tuvo una infancia fácil. A los cinco años cayó gravemente enfermo. El pequeño está afectado por neumonía y sepsis. Tras una estancia en el hospital, los médicos anuncian que el niño tiene un tumor cerebral de ocho centímetros de largo. Una operación de nueve horas de duración y los cirujanos eliminan el 90% del tumor del niño.
Una enfermedad que despertará unos meses después obligando a Harry a un mes de radioterapia. Otra desgracia afectará entonces a la familia Garside ya que el padre de familia muere repentinamente a la edad de 40 años. Laura, la madre de Harry, decide entonces escribir una carta al club Everton para contar la historia de su hijo.
Harry, que “odia al Liverpool”, el club enemigo, tiene como héroe a Jordan Pickford, el portero de los Toffees y de la selección inglesa, quien además es portero predestinado. Al recibir la carta, esta historia conmovió al jugador del Everton, quien también es padre.
Jordan Pickford y Everton decidieron entonces darle la bienvenida a Harry al club. El niño de ocho años tiene entonces derecho a una visita privada en compañía de un mayordomo de Toffees antes de ver aterrizar a su héroe y quedarse sin palabras.
Harry Garside y Jordan Pickford luego intercambiaron algunos golpes, antes de que se les unieran varios jugadores del Everton durante una sesión de entrenamiento improvisada: Conor Coady, James Tarkowski, Demarai Gray, Dominic Calvert-Lewin o Alex Iwobi. El joven futbolista, que además tiene a Kylian Mbappé como su jugador favorito en el PSG, se marcha con fotos, camiseta y recuerdos en la cabeza.
