Julien Laïrle (entrenador del Bordeaux-Bègles, derrotado por el Gloucester y eliminado de las Copas de Europa): "Sufrimos en la segunda mitad por su sector fuerte, los balones llevados, no logramos contrarrestarlos, lo mismo que en el combate aéreo. Tuvieron el viento a favor en el inicio de la segunda mitad. Con nuestras dos tarjetas amarillas (concedidas), sabíamos que acelerarían, que buscarían ganar la batalla de la ocupación y marcar rápido, y así lo hicieron. Hablamos de una temporada que no sería transitoria, está claro que en la Copa de Europa no conseguimos cumplir con los compromisos. Es un problema. Habrá que hacer un poco de balance, no debería ser un contratiempo, pero hoy es un aviso. Individualmente, los jugadores no estuvieron en la cita de esta Copa de Europa. En términos de indisciplina, es catastrófico. Tenemos siete tarjetas amarillas en dos partidos. Cuando haces lo mismo, es una señal de que con el tiempo, todos piensan en sí mismos. Cuando cometes tantos errores estúpidos es porque no estás pensando en el equipo.
Mahamadou Diaby (tercera línea y capitán del Bordeaux-Bègles): “Obviamente es una decepción. Por lo general, queremos progresar, pero en comparación con años anteriores, estamos retrocediendo. Gloucester no se robó el juego. No fuimos lo suficientemente clínicos, tuvimos muchas oportunidades de marcar que habrían cambiado la cara del juego. No marcamos, nos encontramos bajo presión, y es un círculo vicioso, cometemos errores y ellos jugaron bien. Nos da un buen pequeño recordatorio para el Top 14 con temas tan importantes.
