Movilización a la vista en radio Francia. Los sindicatos convocaron una huelga el domingo para protestar contra "la represión de la insolencia y del humor" tras la suspensión de Guillaume Meurice, así como contra las "amenazas" que pesan sobre determinadas retransmisiones de France Inter. Seis sindicatos (CGT, CFDT, FO, SNJ, SUD, Unsa) presentaron el lunes por la tarde un aviso de huelga para el domingo de 00:00 a medianoche. Este es el día en el que se emite el programa semanal de Charline Vanhoenacker, en el que suele participar Guillaume Meurice.
El comediante fue suspendido el 2 de mayo a la espera de una posible sanción que podría llegar hasta el despido, cuatro días después de haber reiterado sus polémicos comentarios sobre Benjamin Netanyahu hechos a finales de octubre. Había comparado al primer ministro israelí con una “especie de nazi pero sin prepucio”, lo que le había valido acusaciones de antisemitismo y una denuncia, recientemente desestimada. En su convocatoria de huelga, los sindicatos exigen a la dirección del grupo público "el fin de la represión de la insolencia y el humor" y "la reafirmación ilimitada de la libertad de expresión" en sus emisiones.
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En términos más generales, los sindicatos están preocupados por las "amenazas" que, según ellos, pesan "sobre las retransmisiones populares y singulares", en particular sobre France Inter. El 3 de mayo, tras el asunto Meurice, las sociedades de periodistas (SDJ) y de productores (SDPI) de France Inter denunciaron “un cambio editorial” por parte de la principal emisora de radio francesa. En particular, aseguraron que se enteraron de la próxima sustitución del programa medioambiental “La terre au carré”. Los sindicatos acusan a la dirección de Radio Francia de seguir "una política de destrucción social en el aire", mientras que "un proyecto de reforma de la radiodifusión pública será pronto discutido en la Asamblea Nacional".
El proyecto de la ministra de Cultura, Rachida Dati, sobre la creación de una gobernanza única para el sector audiovisual público (incluidos France Télévisions y Radio France) se examinará los días 23 y 24 de mayo en el hemiciclo. Los sindicatos denuncian finalmente “una campaña de denigración y calumnia orquestada por partidos políticos, organizaciones o personalidades francamente hostiles al servicio público de la radio”. Este último es frecuentemente acusado por figuras de derecha de inclinarse claramente hacia la izquierda.
