A grandes males, grandes remedios. Ante la magnitud de las inundaciones en Paso de Calais desde el martes 2 de enero, el jueves 4 de enero se instalaron bombas para evacuar el agua hacia el mar, única solución rápida ya que los suelos vuelven a estar saturados de agua. En menos de dos meses, el departamento sufrió inundaciones históricas. Un primer episodio tuvo lugar el pasado mes de noviembre.
En total, se desplegaron ocho bombas de seguridad civil nacionales, ocho bombas europeas y 14 bombas privadas. Permitirán bombear hasta 62.340 m3/h en Paso de Calais y el Norte, indicó el viernes la seguridad civil a la AFP.
Estas máquinas tan esperadas se han colocado en lugares llamados “estratégicos” alrededor de Dunkerque y Béthune, aguas arriba y aguas abajo del canal Aa. Estarán disponibles las 24 horas del día y “el mayor tiempo posible”, asegura François-Xavier Bieuville, subprefecto de Dunkerque.
Este viernes continúa el descenso iniciado la víspera y el tiempo se mantiene seco. La alerta roja por inundaciones fue levantada por la mañana por el organismo de vigilancia Vigicrues, que ahora clasifica el departamento en alerta naranja. Sin embargo, “se necesita mucho tiempo para evacuar millones de m3 de agua”, recuerda el subprefecto. Por eso se instalaron bombas.
A menudo se les llama "megabombas" debido a su "gran tamaño" y a su "alta capacidad de bombeo" en comparación con las bombas "de menor tamaño" con las que los puertos están armados durante todo el año, explica François-Xavier Bieuville. Estas “megabombas” tienen así una capacidad de bombeo de 1.500 m3 por segundo, indica el subprefecto.
Normalmente, allí funcionan "bombas con una capacidad total de unos 90 m3/segundo para controlar el nivel del agua", según Bertrand Ringot, presidente de la organización intercomunitaria responsable de los abrevaderos, acequias y canales que drenan esta zona, entrevistado por la AFP.
¿Su objetivo? “Rechazan agua hacia el mar” y principalmente la del canal Aa, completamente obstruido, explica François-Xavier Bieuville. Porque la evacuación natural del agua a través del canal "no se produce", en particular "debido al terreno llano" y a la ausencia de marea. Por tanto, las bombas ayudarán a “mejorar esta evacuación”.
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La seguridad civil desplegó ocho bombas entre los departamentos de Paso de Calais y Norte. Lejos de ser suficiente, Francia recurrió, en el marco del mecanismo de protección civil de la Unión Europea, a otras ocho bombas procedentes de los Países Bajos, la República Checa y Eslovaquia.
“Dos bombas holandesas llegaron este viernes a la esclusa de Mardyck (al oeste de Dunkerque) y se pusieron en funcionamiento durante el día”, informa François-Xavier Bieuville. Una vez bombeada “dentro de la esclusa”, el agua que se estanca en enormes cantidades en las tierras del Norte y del Paso de Calais será devuelta directamente al mar.
Este mismo sistema se implementó en noviembre pasado durante inundaciones históricas. “Estamos empezando a acostumbrarnos”, comenta el subprefecto. Según él, cuando las bombas de seguridad, las del extranjero y las bombas portuarias más pequeñas estén activas al mismo tiempo, “conseguiremos un bombeo adicional del 30% respecto a las instalaciones fijas” de todo el año.
¿Existen otras formas además de las bombas para sacar el agua más rápido? “Hoy no”, responde François-Xavier Bieuville. Pero el subprefecto plantea la posibilidad de crear “zonas de extensión de inundaciones”, es decir, zonas naturales previstas para almacenar agua en caso de inundaciones. Pero la cuestión de la gestión del agua sigue siendo objeto de debate.
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Durante su viaje a Paso de Calais el jueves, el ministro de Transición Energética, Christophe Béchu, no descartó la posibilidad de convertir en “inhabitables” las zonas frecuentemente inundadas. Para la ministra, “la preservación de los espacios naturales es la mejor manera de evitar la alteración del ciclo del agua”. Está previsto un nuevo viaje ministerial para el próximo martes. La clave es el anuncio de medidas concretas para el departamento inundado y sus habitantes.
