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Más de 5 millones de jornadas de trabajo perdidas en los últimos 20 años... Las cifras inconmensurables de huelgas en la SNCF

Otra huelga.

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Más de 5 millones de jornadas de trabajo perdidas en los últimos 20 años... Las cifras inconmensurables de huelgas en la SNCF

Otra huelga. Desde este viernes y hasta el domingo, los controladores de la SNCF están convocados a una huelga para sancionar compromisos “incumplidos” por la compañía ferroviaria. Se espera que el movimiento, que promete ser muy popular, cause numerosos disturbios durante el fin de semana. Sólo uno de cada dos trenes circulará de media el sábado y el domingo por la red nacional, un duro golpe durante este periodo de vacaciones escolares. "Muchos franceses tienen prohibido irse de vacaciones o regresar en condiciones tranquilas", admitió este viernes el director del TGV-Intercités, Alain Krakovitch, antes de presentar sus "disculpas" en nombre de la SNCF.

Es un eufemismo decir que la empresa está acostumbrada al “mea culpa”. Desde 1947 no ha pasado un solo año sin que se produzca un movimiento huelguístico que penalice a los usuarios del transporte ferroviario. Tal vez deseosa de desmentir una supuesta “cultura de huelga” en el seno de la empresa, la SNCF ha decidido hacer públicos datos relativos a los distintos movimientos sociales que ha vivido a lo largo de su historia. Estas estadísticas, accesibles a todos, permiten cuantificar el número de “días perdidos” (el número acumulado de días no trabajados por los agentes debido a la huelga) desde 1947.

Está claro que los resultados no hablan realmente a favor de la SNCF. Desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta la actualidad, el número total de “días perdidos” ha alcanzado los 30 millones de días. Incluso si nos limitamos a los últimos veinte años, el cálculo es sorprendente: desde principios de los años 2000, la huelga ha hecho perder a los agentes de la SNCF más de 5 millones de días de trabajo. Ciertos años, sin embargo, destacan por la intensidad de sus movimientos sociales. Como era de esperar, 1968 sigue siendo el año de todos los récords, con casi 4,6 millones de días no trabajados. Esto supone una media de 14 días de huelga para unos 320.000 agentes de la SNCF. Luego llega 1995, el año de la huelga contra la reforma de las pensiones “Juppé”, que paralizó el tráfico ferroviario durante unos veinte días y provocó que los ferroviarios perdieran algo más de un millón de jornadas laborales.

Los movimientos sociales de los años 2000 no se quedan atrás, a pesar de tener un número de días no laborables inferior al del pasado: 572.000 en 2010, año de la movilización contra la reorganización del transporte de mercancías, y 394.300 en 2019, durante la famosa huelga de Navidad en respuesta a la reforma de las pensiones. ¿Significa esto que los trabajadores ferroviarios se han vuelto menos exigentes con el paso de los años? No realmente. En realidad, es el colapso de la plantilla de la SNCF lo que explica este ilusorio descenso. De 1947 a 2022, la empresa nacional perdió casi el 70% de sus agentes. Desde 1980, más del 40% de los trabajadores ferroviarios han desaparecido del ferrocarril francés.

Por lo tanto, es más fiable limitarse al número de días perdidos que al número de agentes. De 1945 a 1980, un trabajador ferroviario hizo huelga una media de 1,7 días al año. Desde los años 80, la cuota de días libres es de sólo 1,2 días... Pero esta media esconde grandes disparidades según el sector. Muchos movimientos huelguísticos han tenido poca asistencia a lo largo de la historia de la SNCF y, en realidad, no han afectado mucho a los usuarios. Por el contrario, algunas convocatorias de huelga han paralizado en gran medida la red debido a la sobrerrepresentación de conductores, cambiadores e incluso controladores entre los huelguistas. Sin embargo, la presencia conjunta de estos tres agentes es imprescindible para permitir la circulación de un tren. Esta es precisamente la razón por la que el descontento de los controladores corre el riesgo de provocar la cancelación de un gran número de viajes este fin de semana.

No hace falta decir que estas repetidas huelgas tienen graves consecuencias para la SNCF. En primer lugar, a nivel financiero. Por ejemplo, la huelga de diciembre de 2019, una de las más largas de la historia del ferrocarril francés, costó a la SNCF más de 600 millones de euros. No es de extrañar cuando sabemos que una “huelga muy prolongada” hace que la SNCF pierda alrededor de “20 millones de euros” al día, como recordó este viernes Alain Krakovitch. Las huelgas -y los aumentos salariales acordados para ponerles fin- también contribuyen a aumentar la ya asombrosa deuda de la SNCF.

El estribillo de los movimientos sociales también contribuye a dañar la imagen de la aerolínea nacional entre los franceses. Para olvidar las salidas de vacaciones arruinadas por la huelga, la SNCF no tiene más remedio que meterse la mano en el bolsillo. De nuevo este fin de semana, todos los viajeros cuyo tren sea cancelado podrán cambiar su billete de forma gratuita u obtener un reembolso. SNCF también ofrecerá un descuento del 50% válido en un viaje futuro. Un “gesto comercial excepcional” que pretende estar a la altura de las molestias ocasionadas durante este período de vacaciones escolares. Una forma de calmar a los usuarios también. Porque los clientes de SNCF tienen algo de qué preocuparse: además de pagar billetes cada vez más caros, también contribuyen cada vez más a la financiación de la empresa, según el especialista en finanzas públicas François Ecalle. Inversiones en ferrocarril, jubilaciones de los trabajadores ferroviarios, explotación de trenes... En total, la SNCF habrá costado a los contribuyentes 20 mil millones de euros en 2022, o 1,5 mil millones más que en 2021. Suficiente para superar aún un poco más los pasajeros que quedan en el plataforma...

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