¿Hacia una nueva ola de frescura en los vuelos comerciales? En cualquier caso, esto es lo que espera la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (Nasa) con su última incorporación: el X-59. Presentado este viernes en colaboración con Lockheed Martin, este avión supersónico con su divertido morro alargado debería superar la barrera del sonido sin crear una detonación supersónica.
De hecho, la máquina está diseñada para alcanzar una velocidad de 1.500 km/h, a una altitud de 17.000 metros, todo ello sin superar los 75 decibeles. Si las fases de prueba son concluyentes, podría revolucionar las líneas de la aviación comercial que actualmente prohíbe los vuelos supersónicos debido a las perturbaciones acústicas generadas.
Con 30 metros de largo y 9 de ancho, destaca el tamaño del X-59. La cabina sin ventana frontal situada a dos tercios de la altura de la nave y el morro cónico de 12 metros tienen algo que ver con ello. Es precisamente este morro prominente el que le permitiría superar Mach 1 (1.224 km/h) sin provocar una “explosión” supersónica. "El avión también tiene un motor montado en la parte superior y una parte inferior lisa para evitar que se formen ondas de choque detrás del avión y provoquen explosiones supersónicas", especifica The Guardian. La NASA cuenta con un nivel sonoro que no supera el de “la puerta de un coche que se cierra de golpe”, informan nuestros compañeros de Les Échos.
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Los primeros vuelos de esta fase de pruebas de tres años comenzarán este año y tendrán lugar en el desierto occidental americano. Luego llega el momento de realizar vuelos sobre zonas habitadas para medir el nivel de ruido realmente percibido por los habitantes. En Estados Unidos, la prohibición de los vuelos civiles supersónicos data de 1973.
