Febrero se acerca rápidamente. Y, con él, el día de San Valentín. Puede que algunas de vosotras ya estéis indagando sobre anillos, reservando un ramo de flores o comparando las diferentes cajas de bombones que hay en el mercado… O incluso organizando una escapada romántica para dos, mientras pasáis un fin de semana o una semana.
Si una escapada romántica puede permitiros conoceros mejor o reavivar la llama de vuestra relación, a veces también es sinónimo de tensiones y discusiones. Dificultad para dejarse llevar, concepto diferente del viaje... Las causas pueden ser numerosas. A menudo, son las pequeñas peculiaridades del otro las que crean discordia. En ocasiones los descubrimos durante dichas vacaciones, o simplemente les tenemos menos tolerancia en ese momento.
Desde el calcetín olvidado en el borde de la cama hasta una menor atención al presupuesto, las pequeñas peculiaridades de tu otra mitad pueden adoptar formas muy diferentes. Y el 31% de los franceses cree que estos comportamientos son molestos hasta el punto de arruinar sus vacaciones, según una encuesta realizada por la agencia de estudios de mercado OnePoll para Hotels.com*. El 44% de los encuestados ya ha pedido a su otra mitad que cambie su comportamiento durante un viaje juntos. Descripción general de estos asesinos del amor.
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El 40% de las mujeres no soporta que su pareja no deshaga la maleta o no deje la habitación del hotel limpia y ordenada, lo que significa no tender la cama o extender la toalla del baño, por ejemplo. El 22% de quienes viajan en pareja cree que no investigar el destino les hace sentirse un guía turístico. Una cifra que no sorprende, cuando sabemos que la carga mental no se toma vacaciones. El 66% de las mujeres (frente al 34% de los hombres) cree que hacen más que sus cónyuges en la organización de viajes, según un estudio realizado por el IFOP.
Según la encuesta de Hotels.com, para el 13% de las mujeres encuestadas, olvidar o perder sistemáticamente las llaves de la habitación, acompañado de culparlas, también es un asesino del amor. Finalmente, el hecho de servirse del minibar sin tener en cuenta el elevado coste de los artículos ofrecidos desanima al 12% de los encuestados.
¿Qué pasa con los hombres? Primer asesino del amor identificado: para el 22% de ellos, la tendencia a investigar demasiado y planificar demasiado el viaje no deja lugar a la espontaneidad. Detrás viene la propensión a querer utilizar todos los servicios del hotel, incluso aquellos que no tienen ningún interés a los ojos del cónyuge. Otro hábito considerado desagradable por el 13% de los encuestados: llevar sus propias almohadas al hotel. Finalmente, el 11% de los hombres encuestados no valoró que su pareja les pidiera un cambio de habitación, mientras que consideraban correcto el que les dieron.
Pero estemos tranquilos: según el estudio, para el 71% de los encuestados, viajar sigue siendo una oportunidad para fortalecer el vínculo entre la pareja. Y el 56% cree que las pequeñas peculiaridades de su pareja durante las vacaciones son conmovedoras.
* Encuesta realizada por OnePoll para Hotels.com en diciembre de 2023 entre 1.000 franceses en parejas que ya han viajado con su pareja actual.
