Los recintos parroquiales, conjuntos arquitectónicos típicos de Bretaña de los siglos XVI y XVII, han dado un paso importante para ser clasificados como patrimonio mundial de la UNESCO, anunciaron los titulares del expediente de solicitud.
Lanzado hace dos años, este proyecto de inscripción se mantuvo en la lista indicativa de bienes franceses como posibles candidatos al patrimonio mundial de la UNESCO, anunció el viernes el presidente del departamento de Finisterre, Maël de Calan (a la derecha), durante una rueda de prensa. "Hemos dado un primer y formidable paso, que nos convierte en candidatos oficiales de Francia", afirmó. "Es un paso decisivo", añadió el ex ministro de Cultura, Jean-Jacques Aillagon, presidente de la misión encargada de llevar a cabo la candidatura, subrayando que este paso ha durado generalmente "seis o siete años, y para algunos, más de diez años". "
Grupos arquitectónicos compuestos en particular por una iglesia, un muro de cerramiento, una puerta monumental, un calvario o una cruz, un yeso (terreno cerrado) y un osario, los recintos parroquiales son característicos de la Baja Bretaña. De un centenar de lugares enumerados, la misión seleccionó 31 por su estado de conservación y su integridad. Esta lista debería reducirse progresivamente a una quincena de recintos especialmente destacables.
Este patrimonio arquitectónico pertenece a la historia de la época dorada de Bretaña (1500-1700), basada en el comercio marítimo y la producción de tejidos de lino para confección, exportados a Inglaterra y España. Es en este contexto de prosperidad económica, unido a un “particular fervor religioso”, que se construirán estos recintos, según Jean-Jacques Aillagon. Una magnífica obra de Hervé Quéméner y Jean-Yves Guillaume, publicada por las ediciones Georama, enumera este patrimonio de los siglos de oro bretones. Lugares de culto repartidos a ambos lados del valle de Élorn, un río que desemboca en las montañas de Arrée, atraviesa Sizun y Landerneau antes de desembocar en el puerto de Brest.
“Aún queda mucho trabajo por hacer. Tengo la esperanza de que, una vez realizado este trabajo, finalmente consigamos incluir los recintos parroquiales en la lista del patrimonio mundial”, aseguró el ex ministro de Jacques Chirac. “Patrimonio de la Humanidad significa que nos encontraremos en la misma categoría que las pirámides de Giza o el Partenón de Atenas”, subrayó.
Sin esperar a este registro, que durará al menos cuatro años, se programarán obras de restauración de los recintos principales que podrían alcanzar varias decenas de millones de euros.
En octubre de 2022, la lista indicativa de Francia incluía 33 sitios, según el sitio web de la UNESCO. Algunos están allí desde 1996, como los megalitos de Carnac, cuya inclusión en el patrimonio mundial se espera para 2025 o 2026, según el alcalde de la ciudad bretona.
