El cofundador y director creativo de Bell.
Responsable, entre otras cosas, del estilo de los vehículos eléctricos de la marca Venturi, Sacha Lakic está en el origen de varias motocicletas extraordinarias, antes de crear su propia marca, Blacktrack, en 2016. “Vengo del mundo de las motocicletas y del automóvil. Esto es todo lo que me gusta: este lado refinado, auténtico y minimalista. Esta café racer va al grano. Pero al mismo tiempo, la funcionalidad está ahí. No se trata sólo de estilo, mi objetivo es aligerarlo, hacerlo aún mejor de lo que era al principio. »
En la parte delantera de esta motocicleta con su carenado ultragráfico, enteramente de fibra de carbono, se encuentra ante los ojos del conductor el reloj de cerámica negra mate de 42 mm de diámetro. “Cuando pensamos en la integración del reloj, parecía obvio: teníamos que ponerle un soporte para poder dejarlo y levantarlo fácilmente. Es una respuesta de diseño que funciona”, resume Bruno Belamich. “ Cuando llevas una chaqueta de motociclista, con cremallera y ajustada en las muñecas, tener un reloj puede resultar molesto. Esto crea rigidez. Es mejor quitarlo antes de salir a la carretera. Aquí se coloca sobre una almohadilla de goma para bloquearlo y absorber las vibraciones", recuerda Sacha Lakic. Si se fabrican 500 ejemplares de este reloj (6.990 euros), la motocicleta, aunque homologada, debería seguir siendo una pieza única. Recién presentado en París, estará sin duda en el stand de Bell el próximo mes de abril.
