Post a Comment Print Share on Facebook

“La visita del rey Carlos III debe sellar la reconciliación franco-británica”

François-Joseph Schichan es ex diplomático, consultor en geopolítica y asuntos europeos en la consultora Flint Global.

- 13 reads.

“La visita del rey Carlos III debe sellar la reconciliación franco-británica”

François-Joseph Schichan es ex diplomático, consultor en geopolítica y asuntos europeos en la consultora Flint Global.

La visita de Estado del rey Carlos III a Francia se produce en un momento crucial para las relaciones franco-británicas. Después de varios años de diferencias sobre el Brexit, la gestión de la pandemia de Covid-19, la inmigración y el acuerdo AUKUS que marginó a Francia, Francia y el Reino Unido muestran su voluntad de reconstruir unas relaciones dañadas.

Por tanto, es importante la imagen de un soberano británico que visita Francia después de todas estas dificultades. Dos países importantes, miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, potencias militares y nucleares, miembros del G7, están restableciendo sus relaciones. Es un mensaje dirigido a los adversarios y competidores de nuestros dos países en el contexto de la guerra en Ucrania y de la creciente competencia con China. Francia y el Reino Unido están pasando una nueva página en su historia y el espectáculo de las divisiones que han dominado nuestras relaciones desde el Brexit ha terminado.

La visita del rey Carlos III se produce tras la celebración en primavera de la primera cumbre bilateral franco-británica en cinco años. Rishi Sunak y Emmanuel Macron han vuelto a encarrilar las relaciones bilaterales, en particular con un importante acuerdo sobre la gestión de los cruces de inmigrantes ilegales en el Canal de la Mancha.

Por tanto, esta visita de Estado completa la cumbre Sunak-Macron aportando un elemento de continuidad a la relación franco-británica y restableciendo su base simbólica y emocional. El Rey Carlos, que habla francés con fluidez y ha visitado nuestro país con regularidad en el pasado, siente un sincero apego a nuestro país. En abril pasado, eligió Francia como su primera visita al extranjero, antes de que fuera pospuesta debido a la violencia al margen de las manifestaciones contra la reforma de las pensiones. Los intercambios son numerosos e intensos, como lo demuestra la riqueza de la comunidad francesa en el Reino Unido.

Debemos ir más allá. La relación con el Reino Unido debe ser una prioridad para nuestro país. En Europa, el Reino Unido es el único aliado que tiene sentido para Francia, particularmente en materia de defensa y seguridad: Francia y el Reino Unido son gemelos geoestratégicos, potencias medias con economías y capacidades militares comparables y la misma vocación global. Después del Brexit, creímos que Alemania podía sustituir al Reino Unido como socio estructurador de nuestro país, especialmente en el ámbito de la defensa. Debemos reconocer que la elección de Alemania fue un callejón sin salida. Nuestra cooperación con Berlín está bloqueada en la mayoría de los temas: el avión de combate SCAF de nueva generación, el tanque del futuro, la defensa europea...

Con el Reino Unido no siempre estamos de acuerdo en todo. Pero si bien la cooperación con Alemania está dominada por el afecto, la del Reino Unido es ante todo pragmática –y el pragmatismo es una base mucho más sólida para actuar juntos: en Asia-Pacífico para asegurar una presencia naval europea frente a China; en África, donde podemos combinar nuestros esfuerzos en el África francófona y en el África anglófona para contrarrestar la disminución de nuestra influencia y responder juntos al desafío migratorio africano; actuar juntos, por fin, para preparar la paz en Ucrania. A nivel bilateral, debemos restablecer la cooperación en el ámbito de la defensa, incluido el industrial, intensificar la coordinación en la lucha contra la inmigración ilegal e iniciar nuevos proyectos en energía o inteligencia artificial.

La visita de Carlos III garantiza también la continuidad de las relaciones franco-británicas: en 2024 se celebrarán elecciones legislativas en el Reino Unido y es probable un cambio de gobierno. El gobierno conservador tendrá mayores dificultades, después de 14 años en el poder, para mantener la mayoría en el Parlamento. El Partido Laborista, liderado por Keir Starmer, tiene una sólida ventaja en las encuestas. Históricamente, las relaciones franco-británicas han progresado bajo gobiernos conservadores y laboristas. Por lo tanto, es importante que nuestras relaciones vayan más allá de posibles cambios políticos en nuestros dos países. La reunión entre el líder de la oposición Keir Starmer y Emmanuel Macron esta semana se inscribe en esta lógica.

En las relaciones internacionales, los símbolos son importantes porque indican intención. La visita del rey Carlos III es uno de estos símbolos. Marca la apertura de un nuevo capítulo en nuestro cordial entendimiento con el Reino Unido. Este capítulo aún está en gran parte por escribir. Dependerá del pragmatismo que debamos demostrar para superar las divisiones del Brexit y dejar de querer castigar al Reino Unido por esta elección. Después de años de divisiones, nos corresponde a nosotros hacer de esta reconciliación una oportunidad para nuestros dos países y para Europa.

Avatar
Your Name
Post a Comment
Characters Left:
Your comment has been forwarded to the administrator for approval.×
Warning! Will constitute a criminal offense, illegal, threatening, offensive, insulting and swearing, derogatory, defamatory, vulgar, pornographic, indecent, personality rights, damaging or similar nature in the nature of all kinds of financial content, legal, criminal and administrative responsibility for the content of the sender member / members are belong.