Un anuncio bienvenido cuando la huelga de actores que impide toda actividad de filmación y promoción en Hollywood llega a su centésimo día. Después de 15 días de ruptura total, los estudios y el sindicato de actores, el poderoso SAG-AFTRA, se encontrarán este martes en la mesa de negociaciones. Se espera otra señal alentadora por parte de los jefes de varios estudios y plataformas.
Ante la consternación general, los estudios y el gremio anunciaron la semana pasada la suspensión de sus negociaciones a pesar de un acuerdo salarial el mes pasado entre los estudios y los representantes de los guionistas, que puso fin a la huelga iniciada en mayo por esta corporación. Muchos expertos de la industria esperaban que este texto pudiera servir como base de trabajo para las discusiones entre SAG-AFTRA y la alianza de estudios.
Pero las exigencias salariales de SAG-AFTRA van más allá que las de sus compañeros guionistas. Exigen, en particular, un mayor aumento de los salarios y el pago de un diezmo por cada suscripción a las plataformas de streaming, y no una bonificación. Serían 500 millones de dólares, mientras que los estudios sólo quieren pagar 20 millones de dólares. El gremio también pide salvaguardias en el uso de la inteligencia artificial.
Este deshielo se produce cuando aparecen disensiones dentro de SAG-AFTRA. Un puñado de superestrellas, entre ellas George Clooney, Scarlett Johansson y Ben Affleck, intentaron una mediación que fracasó. Esta maniobra sugiere impaciencia ante la posición de la dama de hierro y presidenta de SAG-AFTRA, Nanny Fran Drescher. Según Variety, algunos ejecutivos del estudio creen que Fran Drescher "está menos interesado en llegar a un acuerdo que en liderar una cruzada para una mejor redistribución de la riqueza en Hollywood".
El grupo de estrellas propuso pagar derechos residuales a los actores peor pagados y pagar a los pesos pesados en último lugar. Otra medida emblemática: levantar el límite que limita las contribuciones sindicales para los actores que ganan más de 1 millón de dólares en honorarios. Esto habría permitido aumentar el fondo SAG-AFTRA y ayudar a los actores más precarios a través de diversas acciones sociales. Pero esta propuesta, señala el sindicato, está fuera de tema y no responde a ninguna de sus demandas sobre el aumento de los salarios y la cuestión de los derechos residuales.
La ventana de oportunidad para reiniciar la producción de largometrajes, salvar la temporada de premios y el inicio de la temporada televisiva antes de fin de año se está estrechando. Antes de que se suspendieran las conversaciones, los expertos apuntaban al 6 de noviembre como fecha de reanudación. En particular, para poner en marcha los proyectos de series cuyos guiones estaban terminados antes del inicio de la huelga de guionistas a principios de mayo.
