Casi 400 localidades se encuentran sin electricidad en Ucrania debido a condiciones climáticas "extremadamente difíciles", anunció el domingo el presidente Volodymyr Zelensky, mientras que el sistema eléctrico ucraniano está amenazado por los bombardeos rusos.
Ucrania teme una nueva campaña de ataques rusos masivos contra su infraestructura esencial este invierno, como en 2022, cuando estos ataques sumergieron a millones de personas en el frío y la oscuridad. "Una gran parte del territorio de nuestro país está experimentando condiciones climáticas extremadamente difíciles", afirmó Volodymyr Zelensky en su mensaje diario.
Según él, alrededor de 400 localidades en diez regiones, especialmente en el sur, se encuentran sin electricidad. "Nuestros ingenieros restablecerán el suministro eléctrico lo antes posible", prometió, mientras el país se enfrenta a temperaturas invernales y tormentas de nieve en algunos lugares.
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El operador nacional Ukrenergo había informado hasta el jueves de una situación "difícil" para la red eléctrica debido al aumento del consumo ligado a la caída de las temperaturas. Ukrenergo tuvo que recurrir el miércoles a una “asistencia de emergencia” importando electricidad de tres países vecinos de la UE: Rumanía, Eslovaquia y Polonia.
Y el sábado, la capital ucraniana fue objeto del mayor ataque con aviones no tripulados rusos desde el inicio de la guerra, cuyos ataques privaron temporalmente de electricidad a decenas de edificios de apartamentos.
Este ataque aéreo podría ser el primero de una nueva campaña de bombardeos rusos. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, estimó a principios de octubre que Rusia se esforzará este invierno por “destruir” el sistema eléctrico de su país. Para hacer frente a esta amenaza, Kiev exige a sus aliados occidentales nuevos sistemas de defensa antiaérea.
