Londres
"Creo que sobreviviremos unos días sin rey", dice Steve, de 68 años. “Bueno, eso espero”, añade el jubilado mientras camina cerca del Palacio de Buckingham. Su problema de salud es benigno, ¿verdad? Durante las últimas 24 horas, el Reino Unido se ha visto inmerso en un extraño frenesí: dos miembros de la familia real, Kate Middleton, princesa de Gales, y Carlos III, anunciaron rápidamente el miércoles que padecían problemas de salud, que les llevará a cancelar varios compromisos en el marco de sus funciones.
El primer anuncio se produjo a media tarde desde el Palacio de Kensington. "La Princesa de Gales fue ingresada (el martes) en The London Clinic para someterse a un procedimiento abdominal", señala el comunicado, que precisa que la operación fue "un éxito". No se ha proporcionado más información sobre la naturaleza de su enfermedad. Como mucho sabemos que la princesa, de 42 años, no llegó al hospital en ambulancia y que la intervención estaba prevista.
Pasará de 10 a 14 días en el hospital y no volverá a sus funciones oficiales hasta después de Semana Santa, por consejo de sus médicos. Un largo período de recuperación que hace pensar que su estado de salud es relativamente grave. Fuentes cercanas a palacio, sin embargo, aseguraron que su enfermedad no estaba relacionada con el cáncer. Fue vista por última vez el día de Navidad, sonriendo y luciendo bien, camino a la iglesia en Sandringham, Norfolk.
Menos de dos horas después de este primer anuncio, el público británico supo que Carlos III también iba a ser hospitalizado. "Al igual que miles de hombres cada año, el rey será tratado por agrandamiento de la próstata", dijo el Palacio de Buckingham en un comunicado. Visitó a un médico después de experimentar síntomas y tendrá que someterse a "un procedimiento correctivo" la próxima semana. Se trata de una enfermedad "leve" y el período de recuperación será "corto", afirmó el palacio.
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Sin embargo, Carlos III, al igual que Catalina, tendrá que cancelar una serie de compromisos. Guillermo, el Príncipe de Gales, también se alejará de sus funciones oficiales mientras su esposa está hospitalizada y poco después de regresar a casa, para cuidar de sus tres hijos, el Príncipe Jorge, de 10 años, la Princesa Carlota, de 8 años, y el Príncipe Luis, de 5. años.
La pareja principesca también tuvo que posponer dos viajes al extranjero, incluido uno a Roma, previstos para esta primavera. Sin embargo, el vacío en la jefatura del Estado será de corta duración, ya que el rey permanecerá consciente durante toda la operación y sólo pasará una noche en el hospital, según informó el palacio.
Entre la población, las reacciones oscilan entre el estoicismo y la crítica ligera. “Al fin y al cabo, son humanos y cuando llegan a cierta edad, no es de extrañar que sufran problemas de salud”, afirma Dawn, de 65 años. "Al menos tienen la posibilidad de acceder a una atención médica de muy buena calidad, lo que no ocurre con una gran parte de la población británica", reacciona Peter, de 47 años.
En X (antes Twitter), la mayoría de los comentarios se referían a Catherine, deseándole una pronta recuperación, como los titulares de los periódicos. Sin embargo, algunos señalaron que el inglés medio no puede darse el lujo de “tomarse tres meses de descanso con su pareja” para recuperarse de una operación.
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El anuncio de la enfermedad de Carlos III reavivó también el debate sobre su sucesión. "Necesitamos un jefe de Estado joven, saludable y con una visión contemporánea que pueda movilizar a los jóvenes", afirmó Peter. No es el caso de Carlos III, que parece una reliquia del pasado. Debería pasarle el testigo a William”. Dawn no está de acuerdo. "Un agrandamiento de la próstata no es ni mucho menos una sentencia de muerte", cree. Debe permanecer al frente del país para garantizar una cierta estabilidad. Esto es lo que hubiera querido su madre, la Reina”.
