Aunque esto no es nuevo, el movimiento está ganando impulso al otro lado del Atlántico. Si bien la impresión de casas en 3D se lleva experimentando desde hace unos diez años, inicialmente para proyectos únicos y de pequeña escala, recientemente varios desarrolladores se han embarcado en proyectos de mayor escala en California, Texas e incluso Arizona, como cuenta Les Échos. Como funciona ? Las paredes de las futuras casas están construidas con un hormigón muy específico, depositado capa tras capa mediante un cabezal de impresión, a su vez controlado directamente por un ordenador.
Una de las urbanizaciones más espectaculares es la de Wolf Ranch, en la ciudad de Austin (Texas), que incluye cerca de 100 viviendas, algunas de las cuales ya han encontrado compradores. El precio de compra medio ronda los 500.000 dólares. Para construirlos se instaló sobre un carril una enorme impresora, bautizada Vulcan, de 4,5 metros de altura. Poco a poco va colocando trozos de hormigón. "No todo el mundo quiere vivir en una casa cuyas paredes parecen sacadas de un tubo de pasta de dientes", dice Jack Oslan, director ejecutivo de Diamond Age 3D, una nueva empresa que construye un conjunto de bienes raíces en Casa Grande, Arizona. Nuestro enfoque es construir casas convencionales, pero de una manera no convencional”.
Su empresa utiliza un escáner 3D que trabajará en un plano digital de la futura estructura. “Las paredes sólo representan alrededor del 9% de la construcción de una casa. Con nuestro sistema ya somos capaces de automatizar hasta un 25% de la construcción, y nuestra meta es entre un 60% y un 70%”, añade este emprendedor. Y para destacar el ahorro de tiempo que se obtiene con esta tecnología: “En Estados Unidos se necesitan entre seis y nueve meses para construir por completo una casa unifamiliar. Logramos hacerlo en sólo 58 días y creemos que podemos reducirlo a unos 30 días”. Automatización que también abordaría la escasez de mano de obra en Estados Unidos. Especialmente entre las generaciones más jóvenes, que ya no quieren especializarse en una profesión demasiado repetitiva y difícil.
