Unas 250 personas se manifestaron el sábado por la mañana en Saint-Nazaire para exigir la suspensión administrativa de la fábrica de fertilizantes químicos Yara en Montoir-de-Bretagne (Loira Atlántico), a la que acusan de contaminar, constató un camarógrafo de la AFP. “Yara contaminador, Estado cómplice” o “Yara fuera, estamos enojados”, corearon los manifestantes frente al ayuntamiento y a la subprefectura, que también exhibieron una pancarta “¿Por qué tantos cánceres en el estuario?”.
La fábrica de Yara en Montoir-de-Bretagne, clasificada como Seveso de “umbral alto”, es cuestionada periódicamente por incumplimiento, especialmente en términos de emisiones atmosféricas. El fabricante noruego de fertilizantes industriales, que cuenta con más de 17.000 empleados en más de 60 países, fue condenado en junio a pagar una multa de 519.900 euros, debido a las excesivas emisiones de polvo a la atmósfera desde su fábrica del Loira-Atlántico.
La multa correspondía a la liquidación parcial de una sanción administrativa diaria impuesta a Yara France en junio de 2020. El Estado le envió varios requerimientos, el primero de los cuales se remonta a 2011. En agosto, un informe de la Dreal (Dirección Regional de la Medio Ambiente, Planificación y Vivienda) había informado de una fuga de ácido sulfúrico, estimada por el operador en 13 toneladas, hacia una retención de agua de lluvia, que se remontaba a finales de julio. “La inspección de instalaciones clasificadas detectó, durante esta inspección, no conformidades para las cuales el operador deberá justificar medidas correctoras”, según este informe.
A finales de septiembre, los diez alcaldes de la aglomeración de Saint-Nazaire denunciaron en un comunicado de prensa un “asunto delicado y escandaloso” frente a una empresa que demostraba “un desprecio por las normas”. “Hay emplazamientos que no se han levantado y en los que hay que trabajar (...). Yara ha hecho cosas, pero no al nivel exigido por los decretos de la prefectura”, declaró el director del sitio, Yann Lagadeuc, al periódico Ouest-France a principios de octubre.
