En Francia, 2022 es el peor año en cuanto a retrasos aéreos de los últimos diez años. La Autoridad de Calidad del Servicio del Transporte (AQST) lo señala en un informe publicado hoy. En un contexto de reanudación de la actividad tras la pandemia, los aviones que salen y llegan de Francia nunca habían llegado tan puntualmente en una década. “Cualquiera que sea el tipo de vuelo (nacional, de medio y de largo recorrido), 2022 representa la tasa de retrasos más alta de los últimos diez años (período 2013-2022)”, precisa. En concreto, el 19,6% de los vuelos nacionales sufrieron retrasos el año pasado, tasa que se eleva al 28,1% en los de medio radio y al 28,4% en los de largo radio.
Se trata de una "falta de personal que afecta principalmente a las compañías aéreas" y "las dificultades encontradas por los aeropuertos para anticipar la reanudación del tráfico". Resultado: “para los vuelos nacionales y de media distancia, el retraso medio aumenta respecto a 2019, situándose en torno a los 46 minutos. Por el contrario, en los vuelos de larga distancia el retraso medio está disminuyendo, situándose en torno a los 51 minutos.
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Pero el rendimiento de la aviación parece mejorar en 2023. En su sitio, la FNAM (Federación Nacional de Profesiones de Aviación) destaca por su parte que el verano pasado estuvo marcado por “buenos resultados operativos (paso de fronteras y seguridad y manipulación de equipajes) en los aeropuertos, a pesar de la actividad acercándose al 95% de los niveles de 2019 para el centro Roissy Charles de Gaulle. Y reconoce que persisten "problemas de puntualidad", especialmente debido al "aún insuficiente desempeño del control del tráfico aéreo".
La FNAM asegura que 4 Flight, un dispositivo que deberá modernizar el sistema de control del tráfico aéreo, mejorará los resultados de los vuelos que transitan por Francia. Y añadió: “Las aerolíneas apoyan plenamente los esfuerzos para aumentar la previsibilidad de los impactos de los movimientos sociales en los centros de control del tráfico aéreo”.
