Una mujer británica de 40 años fue condenada el viernes a siete años de prisión por poner a una niña en manos de una mujer que la circuncidó durante un viaje a Kenia, una condena sin precedentes en el Reino Unido.
Amina Noor fue declarada culpable por un jurado popular el pasado mes de octubre de haber contribuido a que una niña de tres años fuera sometida a la mutilación genital femenina (MGF), llevándola a Kenia en 2006 y acompañándola a una “clínica” donde se practicaba la escisión.
Se convirtió en la primera persona de nacionalidad británica condenada por ayudar a realizar la circuncisión femenina en el extranjero, en virtud de una ley de mutilación genital de 2003 que conlleva una pena máxima de 14 años de prisión. Al dictar sentencia el viernes en el Tribunal Penal de Old Bailey, el juez describió el crimen como "verdaderamente horrible y atroz" y elogió la "valentía" de la víctima, con la esperanza de que animara a otros a hablar.
La víctima, de nacionalidad británica, se lo había confiado a su profesora de inglés cuando tenía dieciséis años. Para recopilar su caso, sabiendo que era muy joven en el momento de los hechos, fue necesario realizar investigaciones en Kenia, y encontrar médicos especializados en estas mutilaciones en el Reino Unido. Un examen realizado en 2019 estableció que a la víctima efectivamente le habían extirpado el clítoris.
Amina Noor, ciudadana británica desde los 16 años, nació en Somalia y se fue a vivir a Kenia cuando tenía ocho años debido a la guerra civil. Durante la investigación, pareció “sorprendida” al saber que la niña había sido sometida a una escisión durante su viaje a Kenia.
En sus primeras declaraciones, dijo que acudió a esta “clínica” con el niño y permaneció en la puerta durante un procedimiento que pensó que era “sólo una inyección”.
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Amina Noor, que vive en el noroeste de la capital británica, finalmente declaró durante su juicio que había sido amenazada con ser "maldecida" y "repudiada" por su comunidad si no participaba en la ablación de la niña.
Antes que Amina Noor, una ugandesa residente en el este de Londres ya fue condenada a once años de prisión en 2019 por haber extirpado ella misma a una niña de tres años.
La mutilación genital femenina (MGF) es una práctica común en algunas partes de África, Oriente Medio y Asia, que consiste en extirpar parcial o completamente el clítoris y los labios vaginales de una niña. El procedimiento, que a menudo se realiza en malas condiciones sanitarias, puede provocar complicaciones graves.
