El número de detenidos alcanzó un nuevo récord histórico el 1 de mayo, con 73.162 personas encarceladas en las cárceles francesas, según datos oficiales del Ministerio de Justicia consultados el martes 30 de mayo por AFP. La barra de 73.000 detenidos se había cruzado el 1 de abril. Este es el cuarto mes consecutivo que aumenta el número de personas encarceladas.
El hacinamiento carcelario crónico, que sigue empeorando, llevó a Francia a ser condenada en enero de 2020 por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).
Con 60.867 plazas operativas en los establecimientos penitenciarios, la densidad penitenciaria global se sitúa ahora en el 120,2 % frente al 117 % de hace un año y el 108 % a 1 de mayo de 2021. La tasa de ocupación es del 142,9 % en los centros penitenciarios, donde los presos están a la espera de juicio, y por tanto presuntos inocentes, y los condenados a penas cortas son encarcelados. Incluso alcanza o supera el 200 % en seis establecimientos: 250,9 % en Majicavo (Mayotte), 225,4 % en Burdeos-Gradignan, 214,9 % en Tulle, 213,5 % en Nîmes, 209,2 % en Foix, 208,2 % en Perpiñán.
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Más de 15.500 detenidos superan actualmente las plazas disponibles en las prisiones francesas. Debido a este hacinamiento, 2.241 detenidos se ven obligados a dormir en un colchón en el suelo. Entre los encarcelados, 19.852 son imputados, encarcelados en espera de juicio. Para luchar contra este mal endémico, el gobierno quiere construir 15.000 nuevas plazas penitenciarias para 2027. La Contralora General de Prisiones, Dominique Simonnot, desgranó en su informe anual, publicado el 11 de mayo, "la inercia culpable del Estado frente a este récord de superpoblación.
