Al menos 39 migrantes murieron y otros 29 resultaron heridos en un incendio que afectó la madrugada del martes (28 de marzo) a un centro de detención donde estaban recluidos en el norte de México, en Ciudad Juárez, ciudad mexicana fronteriza con Estados Unidos, anunciaron autoridades mexicanas.
El Instituto Nacional de Migración (INM) que administra este centro “deplora la muerte de 39 personas migrantes hasta el momento a raíz de un incendio”, según un comunicado de prensa. Los 29 heridos fueron hospitalizados en estado grave en cuatro hospitales, agregó el INM, al declarar su disposición para ayudar a los familiares de las víctimas. El INM precisó que ha establecido contactos “con las autoridades consulares de los distintos países para implementar las acciones autorizadas para la identificación completa de los migrantes fallecidos”.
El incendio, sin precedentes en instalaciones para migrantes en el país, comenzó poco antes de la medianoche del lunes 27 de marzo, lo que provocó la movilización en la madrugada de este martes de bomberos y decenas de ambulancias. Comenzó en la zona donde se alojan los extranjeros indocumentados. El INM indica que “rechaza enérgicamente los hechos ocurridos en esta tragedia”.
Un periodista de la AFP pudo ver a empleados del servicio forense colocando cadáveres en el estacionamiento del centro antes de que se los llevaran para su identificación. El sitio estaba custodiado por soldados y la guardia nacional. Muchos inmigrantes habían sido trasladados a este centro en los últimos días tras una campaña de las autoridades locales contra los vendedores ambulantes, entre los que se encuentran muchos extranjeros. Un rescatista que pidió permanecer en el anonimato por no tener permiso para hablar dijo que en el lugar había alrededor de 70 migrantes, en su mayoría venezolanos.
Viangly, venezolana, grita desesperada afuera del centro donde se llevaron a su esposo de 27 años luego de que lo arrestaran en una redada cuando, dice, tiene papeles mexicanos. "Se lo llevaron en una ambulancia", dice ella. No sabe nada de su estado y se queja de que los responsables del centro “no te dicen nada”. Ciudad Juárez, vecina de El Paso (Texas), es una de las localidades fronterizas desde donde muchos inmigrantes indocumentados buscan asilo en Estados Unidos.
Desde 2014, alrededor de 7.661 migrantes han muerto o desaparecido en ruta a Estados Unidos, según cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). El 13 de marzo, cientos de migrantes cansados, en su mayoría venezolanos, intentaron cruzar la frontera, pero los agentes estadounidenses les impidieron cruzar. El 27 de junio, 56 migrantes fueron encontrados muertos por asfixia en un tráiler abandonado cerca de San Antonio, Texas.
El presidente estadounidense, Joe Biden, tomó en febrero nuevas medidas restrictivas sobre el derecho de asilo de los migrantes que han cruzado la frontera con México, obligándolos a solicitarlo en países de tránsito o en línea. Las medidas también prevén un uso más frecuente por parte de Estados Unidos de expulsiones inmediatas, acompañadas de una prohibición de nuevas entradas al territorio durante cinco años. Unas 200.000 personas intentan cruzar la frontera entre México y Estados Unidos cada mes. Los migrantes, ansiosos por escapar de la pobreza o la violencia en sus países de origen, a menudo corren enormes riesgos para ingresar a suelo estadounidense.
