Le Fígaro Nantes
La fuerte movilización de la gendarmería no pasó desapercibida el martes por la tarde para los aproximadamente 2.000 habitantes del municipio rural de Abbaretz (Loira Atlántico), situado a unos cuarenta kilómetros de Nantes. Soldados de varias brigadas de los alrededores, apoyados por un helicóptero, miembros del pelotón de vigilancia e intervención (Psig) y una unidad especializada en gestión de crisis y misiones peligrosas, peinaron los alrededores durante varias horas.
Buscaban a un vecino de la localidad que se había dado a la fuga. Este último era sospechoso de haber utilizado un arma de fuego alrededor de las 15.00 horas y haber herido a un residente cercano. "Esto ocurrió como parte de un problema vecinal", dijo a Le Figaro una fuente cercana a la investigación, confirmando la información divulgada por Ouest-France que sugiere una posible historia de un perro como fuente del estallido de violencia.
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“El prófugo no ha abandonado el departamento”, asegura la misma fuente. La detención de este hombre de unos 40 años se produjo hacia las 21 horas, seis horas después del tiroteo. Habría sido encontrado en territorio de un pueblo vecino. La tarde de este jueves aún se encontraba bajo custodia policial. En cuanto a la víctima, su vida no corre peligro. Su pronóstico vital no corría peligro.
Según Presse Océan, las autoridades locales conocían el conflicto entre ambos individuos. Un teniente de alcalde deberá intervenir en los próximos días para “intentar calmar los ánimos”.
