La Comisión Europea propuso el miércoles un aplazamiento de tres años de los derechos de aduana que se aplicarían a partir de enero a los vehículos eléctricos importados o exportados al Reino Unido. El Ejecutivo europeo ha propuesto a los Estados miembros de la UE una prórroga puntual de las normas actuales, hasta el 31 de diciembre de 2026, para evitar la entrada en vigor de derechos de aduana del 10% post-Brexit sobre los vehículos eléctricos que crucen el Canal de la Mancha. La industria del automóvil había expresado su preocupación por su impacto económico. Después de abandonar la Unión Europea, Gran Bretaña concluyó un acuerdo comercial con la UE, que entró en vigor a principios de 2021 y eliminó los aranceles a los automóviles.
Sin embargo, un endurecimiento de las “normas de origen” en virtud de este tratado comercial posterior al Brexit exigiría a partir de 2024 que al menos el 45% del valor de las piezas de vehículos procediera de la UE o del Reino Unido para que estuvieran exentas del Reino Unido. elimina todos los derechos de aduana para Ucrania. Sin embargo, las baterías representan una parte sustancial del precio de los vehículos eléctricos y actualmente suelen proceder de China.
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Estas reglas de origen fueron diseñadas en 2020 para fomentar las inversiones en el sector europeo de producción de baterías, explicó la Comisión el miércoles. Sin embargo, circunstancias no previstas en ese momento, en particular la guerra en Ucrania y el impacto de la pandemia de Covid en las cadenas de suministro, llevaron a un desarrollo del ecosistema europeo de baterías “más lento de lo esperado inicialmente”. El aplazamiento de tres años es una medida excepcional y las normas originales se aplicarán a partir de 2027. De hecho, la Comisión ha propuesto una cláusula que hace legalmente imposible una nueva prórroga. "Esta decisión se tomó teniendo en cuenta los intereses de la industria europea", afirmó el vicepresidente de la Comisión, Maros Sefcovic, durante una rueda de prensa en Bruselas. "Esta propuesta equilibrada aporta previsibilidad y estabilidad muy necesarias a los fabricantes de automóviles y baterías de la UE en un momento de feroz presión competitiva global", dijo el Comisario de Comercio de la UE, Valdis Dombrovskis.
La UE está preocupada por la competencia potencialmente desleal de los vehículos eléctricos chinos más baratos y en octubre lanzó oficialmente una investigación sobre los subsidios concedidos por Beijing a los fabricantes chinos. En septiembre, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, acusó a China de mantener el coste de los coches eléctricos chinos “artificialmente bajo mediante enormes subsidios públicos”. Antes del anuncio de la Comisión, el presidente de la Asociación de Fabricantes Europeos de Automóviles (ACEA), Luca de Meo, también director general de Renault, afirmó el miércoles que un endurecimiento a principios de enero de las "normas de origen" habría tenido un impacto de más de 4 mil millones de euros de facturación en los próximos dos años. "Todas las marcas, todos los países han solicitado" un aplazamiento, aseguró. “La cadena de valor europea de las baterías no está preparada. Sólo necesitamos un poco más de tiempo”, explicó.
