El
Estas acusaciones llegan apenas unos días después de las denuncias presentadas por la actriz Judith Godrèche contra los cineastas Benoît Jacquot y Jacques Doillon. Sarah Grappin dice que se dio cuenta de la situación después de leer Le Consentement, de Vanessa Spingora, y después de leer la historia de Judith Godrèche. Según Sarah Grappin, la relación que Judith Godrèche mantuvo con Benoît Jacquot era similar a la que mantuvo con Alain Corneau, quien le dio su primer papel en Le Nouveau Monde, en 1994.
Fue durante este rodaje cuando Sarah Grappin fue besada por primera vez por el cineasta, galardonado unos años antes con el César a la mejor dirección en 1992 por Tous les Matins du Monde. A partir de ahí comenzó una relación de año y medio, durante el cual Alain Corneau la invitó a un restaurante, al cine o a su casa.
“Una vez me saludó con un sari indio, se sentó con las piernas cruzadas y me puso a horcajadas sobre él. Me penetró con los dedos por delante, por detrás, y me dijo que no íbamos a ir más lejos”, cuenta a L’Obs. También menciona penetraciones digitales en otras dos ocasiones en el coche del director. Estos encuentros habrían tenido lugar cuando la compañera del cineasta, Nadine Trintignant, no se encontraba allí. “Durante mucho tiempo fui más allá de embellecer, me conté una gran historia de amor para sobrevivir. El trabajo de los últimos años ha sido salir de la negación”, afirmó Sarah Grappin.
Interrogada por el semanario, Nadine Trintignant, por su parte, consideró estas acusaciones “ridículas”. “Escucho estas tonterías por todos lados, no sobre Alain, sino sobre mucha gente y no quiero participar en todo eso. Todo esto es ridículo. No es contra ti, sino contra la forma en que la gente dice tonterías. No quiero que la gente diga nada, especialmente de mi marido, que está muerto y ya no puede defenderse”.
